Las personas que salen a ejercitarse durante la pandemia de coronavirus por los parques de Singapur se pueden cruzar desde hace unos días con un curioso personaje: un robot-perro que recuerda a los deportistas la importancia de mantener la distancia de seguridad. Con gran agilidad, el robot, de color amarillo y negro y bautizado como 'Spot', transita por los caminos y las zonas de hierba mientras emite varios mensajes.

"Mantengamos a Singapur saludable. Por vuestra propia seguridad y la de los que os rodean, por favor, permaneced al menos a un metro de distancia. Gracias", indica el can, con voz de mujer y en inglés, uno de los cuatro comúnmente utilizados en el país asiático. El robot, controlado de manera remota, es parte de un programa piloto de dos semanas responsabilidad de varios organismos gubernamentales de la ciudad-estado dentro del plan para evitar la propagación del coronavirus, según publica este sábado local el diario 'The Straits Times'.

Sensores y cámaras

Con sensores para detectar objetos y evitar colisiones, 'Spot' también cuenta con cámaras que ayudan a las autoridades a estimar el número de personas que visitan zonas del parque Bishan-Ang Mo Kio, en el centro de la isla de Singapur. De todos modos, 'Spot' siempre va acompañado por un trabajador de Departamento de Parques Naturales por si surgieran problemas. Durante el tiempo de prueba, el robot transitará a lo largo de un recorrido de unos tres kilómetros y solo en las horas punta, pero si el proyecto da buenos resultados podría ampliar su horario y territorio, e incluso utilizarse en otras zonas verdes de la megalópolis.

Singapur, que llegó a ser citado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como ejemplo de control de la pandemia, registra actualmente un progresivo descenso en los casos después del rebrote registrado en abril en los barracones de trabajadores no cualificados. Las autoridades singapurenses actuaron rápido y con firmeza desde el primer momento para frenar al virus, pero dejaron desprotegidos los modestos bloques donde residen estos extranjeros que se encargan de los trabajos más duros. La mayoría proceden de países del subcontinente indio.

Este sábado, las autoridades sanitarias confirmaron 753 nuevos infectados, la mayoría de ellos en los citados barracones, lo que eleva el total de casos a 22.460. Han muerto 20 personas.