Starbucks intenta apaciguar un escándalo desatado tras el arresto de dos hombres negros en una de sus cafeterías de EEUU y para ello cierra este martes las más de 8.000 tiendas de las que dispone en el país y proveerá de una sesión educativa a sus casi 175.000 trabajadores, un curso que se convertirá en parte del proceso para acometer nuevas contrataciones, según un comunicado.

La decisión que se lleva a cabo ahora se tomó días después de que dos hombres afroamericanos fueran arrestados en uno de sus locales en Filadelfia (Pensilvania) cuando el encargado llamó a la policía porque estos estaban sentados en la cafetería sin consumir, pese a que los dos varones argumentaron que esperaban a otro acompañante para pedir, según medios locales.

Tras el incidente, el propio alcalde de la ciudad, Jim Kenney, dijo de éste que "parece ejemplificar cómo se presenta la discriminación racial en 2018".

Otra de las medidas llevadas a cabo tras aquel incidente es la adopción de una nueva política de empresa según la cual cualquier persona, sea cliente o no, podrá hacer uso de sus aseos o sentarse de forma indefinida en sus locales.