Suiza aprobó ayer por una considerable mayoría el uso científico de los embriones humanos con fines médicos, para combatir enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer. Un 66,4% de los suizos apoyó la nueva ley sobre la investigación con células madre, que permite su obtención de embriones fecundados artificialmente, y destinados a la destrucción al no poder implantarse en el útero de una mujer por tener algunos defectos genéticos.

Asociaciones antiabortistas y ecologistas clamaron contra la industria farmacéutica, a la que acusan de querer lucrarse con nuevas terapias requeridas por países desarrollados.

La ley contempla límites, como el hecho de que el embrión deberá ser destruido si los padres se niegan a autorizar la extracción de células.