Regentaba un restaurante chino en Dar es Salaam y tenía un papel protagonista entre la diáspora del país asiático en Tanzania, pero tras esta fachada de normalidad lideraba una de las mafias de tráfico de marfil más mortíferas y lucrativas de África. La reina del marfil se llama Yang Fenglan, tiene 69 años y acaba de ser condenada a 15 años de cárcel en el país africano por dirigir la exportación ilegal a Asia de los colmillos de más de 400 elefantes.

Según los fiscales, Yang «organizó, gestionó y financió una trama criminal» que envió de manera clandestina a Oriente toneladas de marfil. La acusación cifró en 860 el número de piezas exportadas por este grupo organizado. Estos cargamentos de colmillos de elefante tenían un valor de cerca de cinco millones de euros en el mercado negro asiático. Junto a Yang han sido sentenciados a 15 años de prisión dos de sus socios tanzanos. Los tres condenados deberán además pagar una multa de 27.800 millones de chelines tanzanos (más de 10 millones de euros). Si no lo hacen cumplirán dos años adicionales en prisión.

Yang Fenglan estudió suajili en Pekín y llegó a Tanzania en 1975 para hacer de intérprete en una de las primeras grandes obras públicas ejecutadas por China en África. Tras regresar a China por unos años volvió en 1998 a Dar es Salaam. En el 2013, la policía encontró 706 colmillos de elefante dentro de un contenedor de barco. Tres chinos fueron detenidos. Un año después, un traficante de marfil tanzano detenido en el marco de la investigación señaló a Yang como su principal compradora. Tras huir a Uganda, Yang volvió a Tanzania en el 2015.