"No hay taxi, no hay taxi", repite un rap en los altavoces de un improvisado coche de megafonía a las puertas del Ministerio de Fomento, en el complejo Nuevos Ministerios de Madrid. No podría haberlo, de hecho, pues una parte muy nutrida de la flota de taxis de Madrid está a las puertas del ministerio, formando una enorme concentración que se extiende desde la Castellana Norte hasta el centro de la ciudad. Participan más de 2.000 coches, según cálculos de los organizadores.

"Hemos querido dar calor a los compañeros que se reúnen con el ministerio", explica el dirigente de la Asociación Nacional del Taxi José Miguel Fúnez. Los representantes del sector del taxi han llegado puntualmente a Fomento, y han comenzado a las doce y cinco de la mañana de este lunes una reunión crucial con el secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, el socialista Pedro Saura.

Un momento de la reunión en el Ministerio de Fomento. / DAVID CASTRO

La primera exigencia de los taxistas es la paralización de la emisión de nuevas licencias de VTC, vehículos de transporte de viajeros con conductor. No quieren ni una más en tanto un decreto blinde la proporción de licencias urbanas de taxi con el número de coches de plataformas como Uber y Cabify, que son las únicas que hoy están llevando y trayendo a gente hoy en la ciudad. Los taxistas, además, han montado unos servicios mínimos en el aeropuerto y las estaciones para personas con movilidad reducida.

El sector se muestra proclive a aceptar el traspaso de la gestión de las licencias VTC a las comunidades autónomas, pero esta vez quieren el decreto como garantía.

La principal arteria de Madrid está parada. Solo un carril de subida está operativo, y, ocasionalmente, algún camión que pasa saluda con su cláxon a los huelguistas. Hay un ambiente festivo entre los congregados, pero por debajo de las charlas animadas reside una fuerte tensión. "No hay hora fijada para el final de esta concentración", advierten desde las organizaciones convocantes.

Mientras esperan el final de la reunión, grupos de taxistas hablan en corrillos, se hacen selfies, graban vídeos de "una jornada histórica" -dice un veterano acalorado bajo el sol sofocante móvil en vano- para colgarlos en sus redes sociales.

En un rincón, frente a un fuerte dispositivo policial que se interpone entre los concentrados y las puertas del ministerio, se ha parado el coche de megafonía. Y el lugar se ha convertido en una especie de 'speakers corner', en el que algunos cuadros medios de las asociaciones del sector cogen el micrófono y arengan a la concurrencia.

Para mañana está fijada otra reunión del secretario de Estado Saura con el sector de las VTC y su patronal, Unauto, que lleva todos estos días de huelga reclamando al Gobierno "que recupere el control de las calles".