Los taxistas preparan una dura ofensiva a escala estatal contra Uber y Cabify cuya primera gran prueba de fuerza será una gran protesta en Madrid el 30 de mayo, a la que están convocados profesionales de todas la ciudades. La iniciativa se aprobó ayer en el denominado primer Congreso Nacional del Taxi, en el que participaron 200 representantes de 60 organizaciones gremiales.

Estas organizaciones, lideradas por la Mesa Estatal del Taxi (META), la Confederación de Taxis Autónomos de España (CTAE) y la Federación Elite Taxi España (FETE), son las mismas que ya demostraron una gran capacidad de movilización en las recientes protestas de Madrid y Barcelona, pero no cuentan con el apoyo de Fedetaxi, la organización que se atribuye la representación del 70% de los taxistas de España (unos 42.000 coches) y la interlocución válida con la Administración. El objetivo de las protestas es que se cumpla la ratio de vehículos de alquiler con conductor (VTC), de uno por cada 30 licencias de taxi. El presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, alertó de que, según los datos del Ministerio de Fomento, en el 2012 existían 2.563 VTC en España, por las 5.654 que dice que existen actualmente. Un crecimiento del 120%. Ni en Madrid ni en Barcelona se respeta la proporcionalidad, porque se da a Cabify un trato de favor, argumentan los taxistas.

También piden un control más estricto de las concesiones de las VTC y que se les retire la licencia a los que sean sancionados reiteradamente. Antes de la del 30 de mayo, el 26 de abril se convocarán manifestaciones y huelgas en todas las autonomías.