Una empresa puede grabar a un empleado a escondidas y sin su consentimiento siempre que tenga las sospechas suficientes de que esta persona está cometiendo un acto ilegal. Así lo ha dictaminado este jueves el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ha considerado que registrar imágenes en vídeo de un trabajador de supermercado para comprobar si este roba no viola su intimidad.