Cuando habían trascurrido poco más de 48 horas del 2019, un hombre, de 29 años, asesinó a su novia, de 26 años, en Laredo (Cantabria). La víctima se convirtió, para su desgracia, en la primera asesinada por la violencia machista del año que empieza y en la número 976 desde que hay estadísticas de este tipo. También hubo varias denuncias de violaciones, una de ellas de una menor en Borriana (Castellón). Todos estos hechos se conocieron ayer, el mismo día en que la Audiencia Provincial de Navarra consideró que los cinco miembros de La manada, pese a que el Tribunal Superior de Justicia ratificó su condena a nueve años por abuso sexual, pueden seguir en libertad. Y mientras, Vox insiste en que PP y Ciudadanos se tienen que sentar a negociar sus demandas en contra de la igualdad. Es su moneda de cambio para conquistar la Junta de Andalucía.

Vox no ha tardado en poner sobre la mesa la demanda que más escuece a las mujeres: que se reviertan las políticas de apoyo y la ley integral contra la violencia machista. Era lo que se temían los colectivos feministas y no ha tardado en suceder. El riesgo, apuntan los expertos en igualdad, es que partidos que hasta ahora han estado por la labor, como PP y Ciudadanos, den marcha atrás y, aunque sea de manera sutil y con pequeños gestos, caigan en la red y acepten desmontar algunos de los avances que han convertido a España en un país pionero.

PASADO CON LUCES Y SOMBRAS

Y es que ambas formaciones tienen un pasado con luces y sombras. El PP se resistió, por ejemplo, a presupuestar el dinero comprometido en el Pacto de Estado contra el machismo asesino, quitó las competencias a los ayuntamientos y rebajó la categoría del Instituto de la Mujer, según recuerda el experto y exdelegado del Gobierno en la materia Miguel Lorente.

Mientras que Ciudadanos, además de defender la regulación de la maternidad subrogada de la que abjuran las organizaciones feministas, en más de una ocasión ha defendido que se elimine el agravante de género y que toda la violencia intrafamiliar se pene de la misma forma. El líder de Vox, Santiago Abascal, recordó de hecho ayer que Albert Rivera, en un tuit escrito en el 2016, defendió lo mismo que promueve ahora él: aprobar una ley contra todo tipo de violencia en los hogares, igualando las muertes de mujeres a manos de sus parejas con las de los hombres. En el 2016, fueron asesinadas 38 féminas y 10 varones, y no siempre por mujeres, dado que el 98% de los condenados son de sexo masculino frente al 1% de sexo femenino.

El PP y Ciudadanos, no obstante, se apresuraron a condenar el primer asesinato machista del año y a mostrar su «deber» de lucha contra este problema. Pero el lenguaje del primero, que es el que presidirá el Gobierno andaluz, ya empieza a virar, según ha detectado Miguel Lorente. Así, Casado señaló que hay que «erradicar cualquier tipo de asesinato» y su número dos, Teodoro García, se mostró en contra de la violencia «la ejerza quien la ejerza», lo que en opinión del exdelegado del Gobierno -en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero- supone minimizar la violencia machista, al igualarla al resto y no reconocer sus características específicas. Por ello, avisa de que existe un «riesgo» cierto de que PP y Cs, «de una manera más o menos explícita, desmonten el andamiaje del edificio de la igualdad».

Coincide con esta apreciación Altamira Gonzalo, vicepresidenta de la asociación Mujeres Juristas Themis, quien considera que los tres partidos de derecha «están teatralizando» en Andalucía y los populares y los naranjas «van a asumir» los postulados de Vox y «a recortar los derechos de todas las mujeres». De entrada, señala, ya están «poniendo sobre la mesa las contradicciones» de los más ortodoxos.

Según advierte, existe peligro de que los retrocesos adquieran una dimensión nacional y fuera del ámbito andaluz, aunque «mantiene la esperanza» en que la sociedad «reaccione» y dé la espalda a las posiciones machistas. También expresa su «miedo» a que haya una «vuelta atrás» la fiscal especializada en violencia machista Susana Gisbert, quien confiesa que le «asusta muchísimo» que «un montón de personas hayan apoyado en las urnas a Vox». «Hay mucha gente que se ha creído sus mentiras sobre que hay el mismo número de hombres que de mujeres asesinadas», lamenta.

RESOLUCIÓN POLÉMICA

En este contexto, los juristas consultados por EL PERIÓDICO no se muestran «sorprendidos» por la decisión de la Audiencia Provincial de Navarra de mantener en libertad a los cinco de La manada. En su opinión, el tribunal se mantiene fiel a sus fallos anteriores, en base a que no hay riesgo de fuga, cuando lo «ordinario» es que ante una pena «elevada», que ha sido ratificada por una corte superior, los condenados permanezcan en prisión, según explica Carla Vallejo, cofundadora de Mujeres Juezas. La magistrada avisa, además, de que su puesta en libertad retrasará que el caso sea revisado por el Supremo, dado que la ley obliga al alto tribunal a dar prioridad a los procesos en los que los condenados estén en entre rejas.

«Qué barato sale la violación en grupo», lamentó la secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, mientras que fuentes del Gobierno recordaron, ante las presiones de Vox, que «luchar contra el machismo asesino» debe ser «una política de Estado».