"Cualquier día de estos se nos levanta de la cama y arranca a bailar". La frase, de un sanitario que atiende a diario a Teresa Romero en su habitación del hospital Carlos III de Madrid, ilustra el estado de ánimo de la paciente. Poder beber agua, desde el miércoles por la tarde, le he sentado de maravilla y la conversación telefónica con su marido le ha "iluminado la cara". La mujer sigue aislada en su habitación y pasa el día en la cama semiincorporada y con muchas ganas de hablar, aunque sigue con el respirador. Ayer mismo le preguntó a una compañera auxiliar de enfemería si habían novedades del resultado de las oposiciones para una plaza fija a las que se presentó antes de ingresar en el Carlos III, cuando no era consciente de que se