Un terremoto de una magnitud 7,1 en la escala Richter ha sacudido la costa este de Japón, cerca de la central nuclear de Fukushima. El epicentro del seísmo se ha situado a unos 54 kilómetros de profundidad. La alerta por tsunami no se ha activado. El temblor se ha sentido en torno a las 11.08 horas en los edificios de la capital, Tokio. El servicio estadounidense de vigilancia de terremotos (USGS) ha rebajado la magnitud del temblor a 7, con una réplica de 4,9 media hora después.

El temblor, registrado concretamente a 90 kilómetros de la localidad de Namie, con hipocentro a 54 kilómetros de profundidad, se ha percibido en la capital del país, Tokio, aunque no se tiene constancia de víctimas o daños materiales.

La zona fue escenario en el 2011 de la mayor catástrofe natural de la historia reciente de Japón, cuando un seísmo de magnitud 9 y la posterior ola gigante dejó 15.897 fallecidos y provocó una crisis radiactiva sin precedentes en la central nuclear de Fukushima.

A pesar de que de momento el terremoto no parece haber arrojado daños de consideración, el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, ha convocado una reunión extraordinaria de su gabinete de emergencia.

Tampoco la planta nuclear de Tokai ha registrado problema alguno durante el terremoto y opera con normalidad, según un comunicado recogido por la cadena pública japonesa NHK.

Según la revista 'Science', los seísmos en el noreste del Pacífico van a repetirse habitualmente por la propia naturaleza geológica de la zona. El gran terremoto del 2011 que causó un tsunami se debió a un aumento en el deslizamiento de las placas por el efecto lubricante de una fina capa de arcillas. Esa falla posee un espesor de solo cinco metros. En comparación, la falla de San Andrés en California tiene varios kilómetros de espesor.