Tres porteros de la discoteca Tago Mago del Puerto Olímpico de Barcelona intervinieron en la pelea con un cliente, José María S. M., de 45 años, que falleció el domingo de un traumatismo craneal, según han declarado a la policía varios testigos. Algunos de éstos, trabajadores y clientes del local, señalaron al detenido, el cubano Onay Sotomayor Pedrosa, de 30 años, como el vigilante que expulsó a golpes al fallecido y a su compañera, porque ambos, al parecer, estaban bebidos y molestaban a otros clientes.

Sin embargo, muchos de esos testigos trataron de minimizar los golpes, pese a que confirmaron que existió violencia, cosa que niega el detenido. Pese a la importancia de los nuevos testimonios, la acompañante del fallecido --ambos con antecedentes-- sigue siendo la principal testigo contra el vigilante.

Según algunos de esos testigos, una empleada requirió la presencia de los vigilantes porque la pareja "insistía en tomar una copa tras otra, pese a tener dificultades para aguantarse en pie". Varias personas sostuvieron que la mujer, principalmente, "levantó la voz, rompió una botella e increpó a varias personas".

Los tres porteros entraron en el local para expulsarles. Los vigilantes rodearon a la pareja y propinaron "algún golpe o empujón", según la declaración de un testigo, para sacarlos a la calle. Pero, según la acompañante del fallecido, Sotomayor llevaba cogido por un brazo a José María S. M. y le propinó un "puñetazo brutal" con un puño americano, agresión que Sotomayor negó.

LOCAL CON CINCO DENUNCIAS Otros testimonios confirmaron que hubo golpes, pero no de una "violencia extraordinaria". Uno de los presentes, empleado de la discoteca, recalcó que "fue una de las tantas discusiones y peleas que se producen muchas noches" en las zonas de ocio nocturno. La discoteca Tago Mago acumulaba cinco denuncias por excederse en su horario.