La Dirección General de Tráfico (DGT) seguirá los pasos del Servicio Catalán de Tráfico y sembrará de radares fijos las carreteras españolas. A partir del próximo verano y hasta el 2007 colocará 500 cámaras capaces de retransmitir de modo instantáneo a su centro de gestión la foto y los datos del infractor para que éste reciba la multa en casa en apenas 10 días. El objetivo es, como en Cataluña, rebajar el trágico balance de muertos por accidentes.

Los radares se instalarán en los puntos donde se ha detectado un mayor índice de siniestros causados por el exceso de velocidad y su presencia se indicará tanto a través de señales estáticas como de pórticos luminosos, cuando éstos existan.

AUTOVIAS Y AUTOPISTAS La posición exacta de las cámaras figurará también en la página web de la DGT y se anunciará a través de los medios de comunicación, porque el objetivo "no es poner multas ni recaudar, sino rebajar las velocidades máximas y medias de circulación", en palabras del director general de Tráfico, Pere Navarro.

El plan se desplegará de modo gradual. El próximo año se colocarán las primeras 125 unidades, que estarán ubicadas en autovías y autopistas, porque éstas disponen de sistemas de fibra óptica que permiten esa conexión directa de las cámaras con la DGT. En el 2006 se añadirán 175 más y, en el 2007, los restantes 200 en carreteras convencionales. Estas últimas contarán con sistemas de GPRS o ADSL que permitirán también la remisión instantánea de la fotomulta.

Los 500 radares fijos se sumarán a los 300 móviles, situados en coches patrulla, con los que ya cuenta actualmente la DGT y que se mantendrán totalizando 800 cinemómetros. El equivalente a uno de cada 200 kilómetros de la red de carreteras.

1.111 MUERTES El ministro del Interior, José Antonio Alonso, explicó en la presentación del plan que los radares "no son más que un nuevo instrumento que se añade a otros, como el carnet por puntos o las pruebas de alcoholemia", destinados a luchar contra "el drama de las carreteras". Y recordó que el 28% de los fallecidos en las carreteras, un total de 1.111, se vieron implicados en accidentes causados por el exceso de velocidad. Otro dato difícil de cuantificar pero incontestable es que la velocidad contribuye, además, a agravar las consecuencias del resto de accidentes.

SISTEMA EFICAZ La propia dirección general lo ha podido constatar de modo contundente con dos radares instalados a modo de prueba el año pasado.

El que a la postre sería el más revelador de la eficacia del sistema se situó en el puente de San Fernando de Henares, uno de los puntos negros de la A-2 (Madrid-Zaragoza) en la entrada de la capital de España. Si en los dos años anteriores a su colocación se habían producido 27 accidentes con dos muertos y 52 heridos, en el siguiente se contabilizaron cuatro accidentes, cinco heridos y ningún fallecido.