Las trece televisiones autonómicas que existen en España cuentan con un presupuesto total para este año de 1.072,34 millones de euros, de los que 942,7 millones son aportados mediante las subvenciones públicas de los distintos gobiernos autonómicos.

Estas cadenas nacieron en los años ochenta para promocionar la cultura e identidad de sus regiones, y han sobrevivido a los recortes económicos y los eres que han golpeado duramente al sector periodístico.

La Corporación de Radio y Televisión Española (CRTVE) es el único operador de televisión pública estatal, mientras que los gobiernos de Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Valencia ostentan la titularidad de los operadores regionales.

Cantabria, Navarra, Castilla y León y La Rioja son las cuatro únicas comunidades que no han desarrollado su propia televisión, mientras que la ciudad autónoma de Ceuta sí tiene radiotelevisión pública.

Nacieron al amparo de la Ley del Tercer Canal (46/1983) y su desarrollo es muy diverso: algunas explotan varios canales, otras tienen una única cadena y otras son gestionadas por empresas externas seleccionadas por concurso; y en las comunidades en las que hay una lengua cooficial, emiten gran parte o todos sus contenidos en esos idiomas.

Su modelo de financiación se basa en un sistema mixto que aúna inversión pública -subvención por función de servicio público otorgada por los gobiernos autonómicos y consignada en los presupuestos de cada autonomía- e ingresos publicitarios privados.

La ley 46/1983 fija que los canales autonómicos deben cumplir unos requisitos: objetividad, veracidad e imparcialidad de las noticias; separar información y opinión; respetar el pluralismo político, religioso, social, cultural y lingüístico, así como las libertades y derechos recogidos en la Constitución, y proteger a jóvenes y niños.

En 1989 se creó la Forta (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos) que en la actualidad engloba a todos los operadores públicos regionales, a excepción del de Extremadura, y que, entre otras, tiene como funciones la compra de contenidos conjunta y la comercialización de publicidad nacional.

La plantilla de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV) asciende a 136 personas: 27 personas en la radio autonómica, que comenzó sus primeras emisiones en octubre de 2005, y 68 en Aragón Televisión, que emitió por primera vez en abril de 2006.

Su presupuesto en este ejercicio es de 47 millones de euros -tres más que en 2017-, aportados por el Gobierno regional, a los que se sumaron en ambos ejercicios otros 3,5 millones procedentes de ingresos comerciales y otros.