Tres personas muerieron y más de 30 resultaron heridas ayer en una avalancha humana producida durante la inauguración de un centro comercial de la empresa sueca Ikea, dedicada a la venta de mobiliario y artículos para el hogar, en la ciudad de Yeda, en Arabia Saudí.

La conocida cadena ofrecía regalos para los primeros 250 clientes entre los que destacaban los bonos de compra por valor equivalente a unos 123 euros (20.465 pesetas) para 50 compradores. La promoción provocó que unas 20.000 personas intentaran acceder al centro comercial.

Según la agencia saudí SPA, la excesiva violencia ejercida por los guardias de seguridad y los tocamientos a que algunos hombres practicaron a las mujeres aprovechando el tumulto provocaron la avalancha humana. Algunas fuentes criticaron que la empresa no repartiera los reglados y que no hubiera previsto una entrada diferente para hombres y mujeres.

Decenas de clientes pasaron la noche del martes a la intemperie ante la puerta de la tienda a la espera de la apertura para recibir los premios que la empresa había anunciado en una intensa campaña publicitaria. Los responsables de Ikea abrieron las puertas una hora antes al ver la cantidad de público que acudió.

El portavoz del Ministerio saudí de Interior, Mansur al Turki, declaró al dar a conocer la cifra de víctimas que considera que la empresa "anunció ofertas tentadoras" que empujaron a los consumidores a tomar la tienda al asalto.