Tres niños de entre 3 y 8 años murieron ayer en el incendio declarado en una vivienda situada en el número 28 de la calle Torrente de Balaguer (Lérida). El incendio podría haber sido provocado por la explosión de una bombona de butano, aunque otras fuentes atribuyeron a una estufa de leña el origen del siniestro.

Al parecer, en el momento del incendio se encontraba en casa toda la familia, compuesta por los padres y cinco hijos, uno de ellos un recién nacido de tan solo tres días. Al producirse la explosión, los padres y tres hijos habrían podido salvar la vida, si bien en la casa se habrían quedado atrapados tres menores: dos hermanos y un primo de éstos.

Los datos sobre este caso eran escasos al cierre de esta edición puesto que los cadáveres todavía se estaban rescatando. Un portavoz de los Mossos en Lérida informó que hasta hoy no se facilitarían las identidades de los niños fallecidos y las posibles causas del siniestro.

MUERTE EN UNAS COLONIAS Por otra parte, el juez condenó ayer a dos años de cárcel al dueño de una casa de colonias, Joan Carles Solé, y al profesor Joaquim Segura, que el 28 de mayo del 2001 supervisaron el cruce a nado de un tramo de un río, en Llu§ (Barcelona), atando a niños de 9 y 10 años a una cuerda, que cayeron al agua y fallecieron.