Londres. -- Un tribunal británico ha autorizado a los médicos que tratan a un bebé de nueve meses enfermo terminal a no reanimarlo con ventilación artificial si sufre un deterioro de su estado. Sin embargo, el pequeño Luke Winston-Jones podrá recibir un masaje cardíaco si es necesario para aliviarle el dolor.El bebé padece el llamado síndrome de Edwards, también conocido como Trisomía 18, caracterizado por la presencia de un cromosoma adicional en el par 18, cuyos síntomas son, entre otros, crecimiento lento, puños cerrados, retraso mental, cráneo en forma de fresa, defectos renales o malformaciones cardiacas.La madre de Luke, Ruth Winston-Jones, insiste en que su hijo es un "luchador" y quiere que los médicos sigan los tratamientos. Winston-Jones, separada de su esposo y madre de otros dos niños --Andrés, de 12 años, y Sophie, de 7--, ha dicho que no dejará de luchar para que el bebé siga viviendo.