Nueva ronda en el asalto de Donald Trump a las políticas de protección medioambiental y de lucha contra el cambio climático que puso en marcha su predecesor, Barack Obama. El presidente de Estados Unidos, que rompió con el Acuerdo de París y que este mismo mes dio carpetazo a regulaciones para reducir la contaminación de vehículos, presentó ayer otro eje central de su campaña: un plan que tumbará los límites con que Barack Obama pretendía reducir las emisiones contaminantes de plantas eléctricas que funcionan con carbón.

Andrew Wheeler, el antiguo lobista de la industria del carbón que ahora es director en funciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), ya ha estampado su firma en la propuesta, un documento de casi 300 páginas en el que no se marcan objetivos de emisiones. Aunque el Plan de Energía Limpia de Obama nunca llegó a entrar en vigor, paralizado por el Supremo tras las demandas de estados republicanos y la industria, había marcado la meta de reducir para el 2030 el 32% de las emisiones de plantas de carbón respecto al 2005.

Ahora Trump y su equipo han preparado una norma por la que serán los propios estados los que decidan cuánto quieren cortar las emisiones o incluso si las quieren reducir. Aunque a principios de mes, al retirar la normas dirigidas a minimizar la contaminación de vehículos, Washington quiso limitar la capacidad de los estados para aprobar sus propias normas.

El plan también relaja las regulaciones sobre contaminación que Obama buscó para plantas que necesitan modernizarse, y la Administración de Trump creará incentivos para preservarlas. Se frena así el impulso que había para transicionar hacia gas natural y energías renovables, aunque el giro se hace inevitable. El auge del gas natural y su precio cada vez más accesible lo ha convertido en el principal combustible de las plantas eléctricas en EEUU. En los últimos ocho años, el 40% de las que lo empleaban han cerrado o han anunciado planes para hacerlo. Además, su propia Administración admite que la propuesta tendrá efectos negativos en la salud, ya que al subir las emisiones de dioxido de carbono y el nivel de emisiones de algunos contaminantes en la atmósfera se incrementan las muertes prematuras.