Una hora y 28 minutos duró el primer vuelo privado que llevó a un humano al espacio. Fue ayer, en el desierto californiano de Mojave, cuando el piloto de 62 años Mike Melvill consiguió esta hazaña que promete marcar una nueva era en la conquista del turismo espacial.

"Ha sido realmente alucinante", dijo Melvill tras el aterrizaje en el aeropuerto de Mojave, a las 7.15, hora local (16.15 en España), mientras Burt Rutan, el diseñador de la nave bautizada como Space Ship One, se mostró encantado. "Tiene un aspecto estupendo", dijo en referencia al aparato, ante aficionados, expertos y periodistas.

La nave voló más allá de la atmósfera terrestre hasta alcanzar los 100 kilómetros de altura, marcando el récord de una misión financiada con capital privado y famoso nombre, el de Paul Allen, cofundador de Microsoft, que ha apostado por este proyecto de 20 millones de dólares dirigido por la empresa Scaled Composites.

Como un planeador

Un impecable despegue marcó el comienzo del histórico vuelo. La nave protagonista iba acompañada del White Knight, el avión nodriza que la levantó a poco más de 15 kilómetros de altura. Después, el Space Ship One inició su ruta en solitario. El piloto encendió un cohete propulsor, ascendió en vertical y alcanzó una velocidad de 3.500 kilómetros por hora cuando se encontraba a mitad de camino, antes de llegar al espacio exterior, donde permaneció unos tres minutos. Fue entonces cuando Melvill divisó la curvatura de la Tierra y la delgada línea azul que demarca la atmósfera antes de iniciar el descenso como un planeador, en caída libre.

"Añadiremos una página más a los libros de historia", declaró el domingo Paul Allen, convencido, al igual que Rutan, de que los vuelos al espacio no están exclusivamente reservados a los gobiernos. "Estaremos en órbita más pronto de lo que piensan", advirtió el creador del Space Ship One, que ya prepara su siguiente vuelo. Si lo consigue en un periodo de dos semanas, Scaled Composites se llevará un jugoso premio de 10 millones de dólares (8,2 millones de euros) al que aspiran 26 equipos de 7 países.

Hace ocho años, el empresario tejano Anousheh Ansari lanzó las bases de este concurso que finaliza el próximo 1 de enero y que pretende avanzar en el terreno del turismo espacial, donde ya han entrado multimillonarios como Dennis Tito, Mark Shuttleworth y, el próximo otoño, Gregory Olsen.