Agentes de la Policía Local de Benidorm han tenido ya dos incidentes con grupos de turistas extranjeros, mayoritariamente británicos, según fuentes policiales, que se niegan a que los agentes de la autoridad insten y supervisen el cierre de bares decretado por el gobierno autonómico valenciano.

Los guardias urbanos de la localidad alicantina tienen una jornada dura este sábado. Hay millares de turistas en los alrededores de la Playa de Levante, llenando terrazas, bares y restaurantes, y no parece que les importe demasiado la epidemia de coronavirus.

En la avenida de Alcoy, y en las calles Valencia y Bilbao de Benidorm han tenido los policías roces con grupos de turistas. En el más serio, al mediodía, han llegado a juntarse 200 visitantes, según las mismas fuentes, muchos de ellos ebrios, teniendo que reclamar refuerzos una patrulla de dos agentes que se veía desbordada.

Los policias tratan de hacer cumplir la orden de la Generalitat, que desde ayer supone el cierre de bares y restaurantes en toda la Comunitat Valenciana. La mayoría de los bares que burlan la prohibición son de dueños o administradores extranjeros, comentan las mismas fuentes. "Esto es una pelea constante, acabamos a palos con ellos", dice un agente, desesperado.

La normativa valenciana en materia de sanitaria prevé el cierre de "las actividades públicas y privadas de las que, directa o indirectamente, pueda derivarse un riesgo para la salud y seguridad de las personas".