La cuerda está a punto de romperse. La situación en el este de Ucrania, que ya ha traspasado la línea roja y empieza a convertirse en un frente de batalla, aún está a tiempo de evitar un estallido supranacional. Pero tiempo es precisamente lo que no tiene ninguna de las partes, ni las confrontadas sobre el terreno, ni los vecinos y demás implicados en el conflicto. Como ha ocurrido durante los últimos decenios en Europa, el fracaso de la paz se ha edificado sobre dos debilidades esenciales, la de la diplomacia y la de la UE. La diplomacia en el más amplio sentido de la palabra: desde la ineficacia de la ONU ante panoramas prebélicos hasta la ausencia de mecanismo multilaterales que puedan abortar explosiones de irracionalidad como las que han sucedido en los Balcanes y Checenia, por citar dos ejemplos. Y la debilidad de la UE ha pasado ya a formar parte de su ADN porque está íntimamente ligada a su propia impotencia a la hora de edificar una unión más sólida. El argumento de la soberanía nacional, que impide una mayor conexión política, no hace más que esconder el juego de intereses de todos y cada uno de los países que la conforman. Unos intereses particulares que son los mismos que se manejan en esos encuentros diplomáticos que acabn siempre fallidos por culpa de esa traba nacionalista. Pues bien, el fracaso de la mediación en Ucrania ya ha convertido el este de esa república en un territorio en guerra abierta y en un incendio dificilmente controlable. Y en todos estos elementos coincide hoy la prensa de Barcelona y Madrid a la hora de abrir sus ediciones. Aquí no hay colores ni medias tintas. Es la guerra y una amenaza para toda Europa. Y así lo consigna el quiosco.

Las portadas de los diarios

El País: "Los choques con rebeldes prorrusos causan decenas de muertos en Odesa"; "Aduanas desafía a los jueces al anunciar más apresamientos de narcobarcos"; "Interior defiende el uso de gas pimienta contra inmigrantes"; "Un documento oficial relata el caos que marcó la ejecución de Oklahoma".

Abc: "Los choques con los prorrusos causan una matanza en Odesa"; "La izquierda proetarra planea reactivar el DNI vasco"; "Mínimo histórico del bono español a diez años"; "El Rey gana popularidad tras retomar la actividad pública".

El Mundo: "Ucrania lanza una ofensiva con muchas bajas entre los rebeldes"; "El soberanismo arrasa en la Red"; "La Udef pone bajo sospecha otra partida millonaria de formación en Andalucía"; "Roldán: 20 años de la entrevista".

La Razón: "Monarquía, al alza"; "Arde Ucrania"; "Moncloa descarta que Urkullu siga la Vía Catalana tras reunirse con Mas".

La Vanguardia: "Obama y Merkel intentan evitar la guerra de Ucrania"; "La Iglesia catalana acoge con prevención la opción de Cañizares"; "Dos mil desaparecidos al hundirse una montaña sobre un pueblo en Afganistán"; "La carretera de las Aigües será un maratón".

EL PERIODICO: "Montserrat, discordia entre escaladores"; "Choque militar en Ucrania tras el fracaso diplomático"; "El Govern activa el cobro a los bancos por los pisos vacíos", "La polio castiga 50 años después"; "Tata defiende el 'modelo Guardiola'".

Ara: "Detingut només pel color de la pell"; "Incendi i caos mortal a Odessa"; "La Xina pot convertir-se aviat en líder econòmic mundial"; "Els jutges catalans que defensen el 9-N no pensen fer-se enrere".

El Punt Avui: "S'estén la coordinació entre les policies locals"; "La pressió bèl.lica a Ucraïna s'intensifica perillosament"; "Milers de víctimes en un poble afganés sepultat pel fang"; "La dreta espanyola no deixarà que voteu (Gran Wyoming)".