La representante de la Unión Europea en la conferencia antisida de Bangkok, Lieve Fransen, aseguró ayer que los países comunitarios aportan el 60% de los recursos económicos que recibe el Fondo Global de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, destinado a combatir la epidemia en los países pobres.

Si a mediados de esta semana fue EEUU el que quiso dejar constancia de su aportación a dicho fondo, ayer fue la UE la que contratacó al asegurar que los países comunitarios asumen "la parte esencial" de esas aportaciones financieras. La UE ha prometido destinar 900 millones de euros a ese fondo este año (149.747 millones de pesetas), frente a los 547 millones (91.013 millones de pesetas) anunciados por EEUU. La aportación real de ambos bloques será inferior a lo prometido, según quedó claro en la conferencia.

Distanciándose de ambos bloques desarrollados, el secretario de Naciones Unidas, Kofi Annan, pidió al inicio de la conferencia antisida de Bangkok que la UE y EEUU elevasen sus contribuciones a los 1.000 millones de euros anuales (166.000 millones de pesetas), y dejó constancia de que "los dos grupos de países" se encuentran lejos de alcanzar ese mínimo necesario.