El Parlamento Europeo ha dado este martes el visto bueno al uso exclusivo de la denominación sangría para identificar la bebida producida en España y Portugal.

En el resto de estados miembros el término sangría solo podrá utilizarse como complemento de la denominación "bebida aromatizada a base de vino", seguida obligatoriamente del país de procedencia.

La medida tiene por objetivo proteger el término sangría, originario de España y Portugal, y circunscribir su uso en otros estados miembros a la información complementaria o facultativa del producto.

El eurodiputado socialista Andrés Perelló ha asegurado que se había "hecho justicia a una de nuestras bebidas más tradicionales que, hasta ahora, se veía obligada a compartir mercado en igualdad de condiciones con las de otros países donde no es autóctona". Según este eurodiputado, "no se trata de impedir que nadie fabrique este tipo de vinos aromatizados allá donde se quiera, pero a partir de ahora nuestros sectores tradicionales gozarán de la seguridad jurídica que les da la denominación exclusiva para España y Portugal".