Dos falsos revisores del gas que en realidad se dedicaban a robar en las casas fueron detenidos por agentes de los Mossos gracias a una víctima, una anciana que, cuando se dio cuenta de las verdaderas intenciones de los delincuentes, consiguió dejar encerrado con llave a uno de ellos en su vivienda, ubicada en Vilassar de Dalt (Barcelona). Tras ello, procedió a llamar a la policía. Los agentes detuvieron poco más tarde al compinche, que había logrado huir de la vivienda.

Los dos detenidos (un español de 37 años y un cubano de 26) mostraron una credencial falsa y la mujer les dejó entrar. Después de que trastearan en la caldera y le hicieran firmar unos papeles, la anciana advirtió que uno había cogido unas joyas de un armario y decidió pasar a la acción.