-La ‘Nit del Foc’ son palabras mayores. ¿Tiene presión extra por ser la primera mujer que la dispara?

-No habíamos tenido nunca tanta presión pero no creo que sea por eso sino porque en Fallas está aquí medio mundo del sector para ver lo que se hace y nosotros disparamos 1.200 kilos.

-¿Siempre tuvo claro que se haría cargo del negocio familia pese a ser un trabajo tradicionalmente de hombres?

-Siempre me gustó pero fue cuado me casé con mi marido cuando nos decidimos. A él también le gustaba y dimos el paso.

-Hay mujeres trabajando en las pirotecnias, pero sobre todo en los despachos. ¿Por qué no hay casi en la ‘jaula’?

-Porque es muy duro. Yo creo que hay un cúmulo de circunstancias, físicas porque igual estás 12 horas montando una mascletà sin parar y también psicológicas pero yo creo que estamos igual de capacitadas.

-¿Le miraban raro?

-Algo de recelo había, pero no por ser mujer sino porque destacaba

-¿Notaba miradas extrañas?

-Eso pasaba sobre todo en los pueblos. Una vez, cuando empezaba iba yo cargando con todas las tracas y un hombre me dijo ‘¿pero dónde vas tu con eso?, lo que tenías que hacer es estar en tu casa’.

-¿Son las Fallas machistas?

-Creo que no. En los últimos años se han dados pasos en ese sentido. Pero cuando acaba la jornada laboral, a la mujer le queda otra en casa.