El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reclamó ayer al Gobierno español que tome una decisión política sobre su aportación a este organismo, que ayer dio a conocer su informe anual, en el que indica que la pobreza, el sida y las guerras amenazan a más de 1.000 millones de niños y niñas en el mundo.

Durante la presentación del informe, el organismo remarcó que el Ejecutivo contribuyó el año pasado con sólo 1,6 millones de euros a la institución, frente a los 8 millones aportados por Irlanda, a los 70 de Italia y a los 100 de Noruega. Añadió que hasta ahora "el Gobierno no se ha tomado en serio los problemas de la infancia".

El Informe Mundial de la Infancia sostiene que 1.000 millones de niños viven en la pobreza, 640 millones carecen de una vivienda adecuada, 500 millones no tienen acceso a servicios de saneamiento, 400 millones no tienen agua potable y 270 millones carecen de servicios de salud.

El documento de Unicef revela además que la pobreza no es exclusiva de los países en desarrollo y que la proporción de menores que viven en hogares con bajos ingresos en los últimos 10 años ha aumentado en 11 de 15 países industrializados.