Un estudio concluye que, con carácter general, los progenitores están más enganchados a las nuevas tecnologías que sus hijos, pese a que estos han nacido y viven en un mundo digital. Uno de cada tres reconoce tener más adicción al móvil que sis hijos. Las familias sitúan en los 10 años la edad media más adecuada para que los menores tengan su primera tableta y los 13 años para que dispongan de un móvil. Casi el 40% consideran que han permitido que su hijo tenga un teléfono demasiado pronto, según una encuesta realizada por GAD3 para la asociación de padres Empantallados, que aglutina a progenitores preocupados por acompañar a sus hijos en el mundo digital.

El estudio señala que el ciberacoso, la relación con desconocidos, el acceso a contenidos inadecuados, la pérdida de tiempo o la sobreexplotación de su imagen son los temas que más preocupan a padres y madres, un contexto en el que el 66% considera que las pantallas están desempeñando un papel favorable en la vida familiar mientras que cuatro de cada 10 afirman que las nuevas tecnologías son una fuente habitual de conflictos con sus hijos. El 74% cree que estos artilugios no les han servido precisamente para unirse más a sus descendientes. Los especialistas animan a los padres a no sobreproteger a sus hijos, sino a acompañarles» en el mundo virtual.