La Generalitat Valenciana ha presentado su nuevo modelo de tutela de menores tras las graves deficiencias estructurales y de trato detectadas en varios centros, algunos de gestión pública, y tras denunciar el encubrimiento de un posible caso de acoso sexual por parte de la dirección de uno de la localidad de Segorbe (Castellón) gestionado por las Hermanas Terciarias Capuchinas, y de que la fiscalía de menores investigue si varios menores del centro de Monteolivete, en Valencia, han ejercido la prostitución.

La Administración valenciana tiene 3.805 menores tutelados, de los que 1.100 viven en 80 centros, 10 de los cuales son públicos, 15 mixtos y 55 privados. El nuevo modelo pretende que el máximo número de menores, en especial los que tienen hasta 6 años, estén con familias de acogida. Para eso aumentará la dotación que recibirán esos hogares. Además, se potenciará que a partir de los 16 vivan en pisos con tutores.

En cuanto a los centros, se reducirá la ratio y se mejorarán los servicios, incluyendo mediadores culturales, técnicos especialistas en igualad de género y asambleas de menores. También habrá una mayor financiación y se cambiará la idea de subvencionar programas por la de concertar directamente cada plaza. Además, en el 2020 todos los centros mixtos tendrán que tener un funcionario como director.

La presentación del nuevo modelo ha sido precedida por la denuncia de una serie de irregularidades en varios centros y del anuncio de su cierre o del traslado de los menores que estaban internados. En el caso de Segorbe, algunos de cuyos residentes ya han sido trasladados, Mónica Oltra, vicepresidenta y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas, ha presentado testimonios e informes de técnicos que denunciaban malas prácticas como duchas frías como castigo o comida en malas condiciones.

AVISO AL CENTRO / Pero, sobre todo, Oltra ha denunciado que la dirección no trasladó ni al fiscal ni a la dirección territorial un posible caso de acoso sexual por parte de un trabajador a una menor. Una profesora, alertada por una pregunta de la joven, advirtió al centro de la posibilidad y, tras comprobar que existían mensajes de WhatsApp que la sostenían, la dirección despidió al educador sin informar ni a la policía, ni al fiscal ni a la dirección territorial.

Según Oltra, el educador amenazó a la menor con frases como «si no consientes, vas a seguir chupando pollas toda la vida», le regaló un jersey e intentó que se lo probara delante de él, la presentaba como su novia, intentaba besarla y le tocaba el culo.

Concha García Rondado, directora del centro, ha alegado que esa frase exacta no estaba en las conversaciones y que no encontraron «hechos de relevancia penal» por lo que optaron por un despido disciplinario pero no lo denunciaron. El caso está ahora en los juzgados.

En el segundo escándalo, los presuntos casos de prostitución en el centro de Monteolivete, en Valencia, de titularidad y gestión pública, fuentes de la consejería han precisado que se trataba de un adulto que, cuando los menores salían del centro, presuntamente les ofrecía pequeñas cantidades de dinero, tabaco u otros bienes a cambio de mantener relaciones sexuales. Hace algunas semanas ya hubo una detención por este caso.