El que iba a ser "un día histórico" en la investigación española, en palabras de Bernat Soria, director del Banco Celular Andaluz, ha quedado finalmente empañado por las críticas del PP, a las que se han unido las de la Comunidad Valenciana.

Mientras Soria y Angel Concha, director del Banco de Células Madre de Granada, recibían el ansiado material genético que abre las puertas a la investigación neurodegenerativa y terapias celulares, el diputado del PP Mario Mingo consideraba que la elección del Instituto Karolinska sueco como suministrador de las líneas celulares respondía a "criterios de color político", ya que en Valencia tienen estas células desde verano.

De nada han servido las explicaciones de Bernat Soria acerca de que se trataba de iniciar la investigación con "células bien caracterizadas, procedentes de un centro de prestigio y en las condiciones más adecuadas para un trabajo bien hecho".

Por su parte, el conseller de Sanitat valenciano, Vicente Rambla, se lamentaba de esta decisión: "No se han dignado ni siquiera a preguntar por los trabajos que realizamos", afirmó.