Cuatro de los ocho bebés prematuros que permanecen aislados en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona afectados por una bacteria multirresistente que ha causado la muerte de otros dos han mejorado de sus patologías de base en las últimas horas, mientras que los otros cuatro no presentan síntomas.

La mejora de los cuatro bebés hace menos probable que desarrollen una infección, han informado fuentes del Hospital de la Vall d'Hebron, donde están ingresados y donde los últimos diez días han muerto dos bebés prematuros.

A pesar de su mejoría, los cuatro bebés siguen aislados, dos de ellos en un área de prealta y los otros dos en semicríticos.

La 'consellera' de Salut, Alba Vergés, ha asegurado este martes que por el momento ninguno de los otros ocho bebés aislados de forma preventiva "está enfermo", ha defendido la actuación del hospital y ha considerado que se han tomado "todas las medidas necesarias".

No obstante, la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria del departamento de Salut ha abierto una investigación para aclarar estos casos y su presunta vinculación con la bacteria Klebsiella pneumoniae.

SERVICIOS JURÍDICOS

Por su parte, el bufete Servicios Jurídicos Verdún, que asesora a una de las familias de los bebés fallecidos, ha indicado a EFE que, por el momento, están reuniendo la mayor cantidad posible de información sobre lo que ha sucedido.

Los padres están en pleno duelo por la muerte de su bebé y no quieren hacer declaraciones sobre estos hechos ni tampoco explicar si al final presentarán una denuncia, ha precisado el bufete.

Por su parte, la asociación El Defensor del Paciente ha comunicado en una carta al Fiscal Superior de Catalunya, Francisco Bañeres, las muertes de los dos bebés al considerar que las mismas constituyen un delito contra la salud de los ciudadanos por "la suciedad" del Hospital Vall d'Hebron, según argumentan.

Por el momento, la Fiscalía no se ha pronunciado sobre esta denuncia ni ha anunciado si abrirá una investigación a raíz de la misma.

MUERTE DE DOS BEBÉS

Los dos bebés prematuros, uno de ellos nacido a las 24 semanas con 680 gramos de peso y el otro a las 25 con 485 gramos, fallecieron los días 22 y 24 de abril.

El bebé que pesaba 680 gramos nació el 15 de abril y tres días después presentaba un cuadro de sintomatología compatible con enterocolitis y un cuadro de sepsis, mientras que el segundo prematuro nació el 16 de abril y seis días después presentaba el mismo cuadro médico.

En los dos casos se les dio un tratamiento sintomático (que calma o alivia los síntomas), soporte vital y terapia con antibióticos de amplio espectro.

La subdirectora asistencial de Vall d'Hebron, Rocío Cebrián, explicaba ayer, poco después de conocerse los hechos, que el cuadro de enterocolitis que presentaban "es una patología muy frecuente entre los prematuros, que causa la inflamación del intestino y facilita el paso de las bacterias a la circulación sanguínea".

"EXTREMA PREMATURIDAD"

Vall d'Hebron ha argumentado que los dos pequeños tenían un peso muy bajo y que esta circunstancia, unida a su "extrema prematuridad", fueron factores que influyeron "de forma muy considerable en la probabilidad de supervivencia".

Según datos facilitados por el centro hospitalario, en los niños nacidos con menos de 700 gramos, la supervivencia en toda España se sitúa en el 46%, mientras que en Vall d'Hebron, un centro de referencia en prematuros, alcanza el 80%.

El hospital ha insistido que el contagio de estas bacterias no es una situación excepcional y menos en una UCI, debido al extenso uso de antibióticos y de mucha instrumentación, y ha asegurado que los dos niños fallecidos estuvieron aislados "con medidas muy estrictas de protección y había personal dedicado exclusivamente a ellos".

Este martes se ha sabido que otro bebé falleció en diciembre del 2018 por una enterocolitis en el mismo centro, aunque Vall d'Hebron han asegurado que no tenía la bacteria Klebsiella ni ninguna otra.