Al menos seis estados de la región amazónica de Brasil han solicitado este sábado ayuda militar para combatir los incendios que están consumiendo la selva tropical, hogar del bosque tropical más grande del mundo y al que se considera vital para contrarrestar el calentamiento global.

Así, los estados de Pará, Rondônia, Roraima, Tocantíns, Mato Grosso y Acre -seis de los nueve que hay en la región- han solicitado ayuda militar, según una portavoz del despacho presidencial, un día después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, autorizase la intervención del Ejército.

El Amazonas es el mayor bosque tropical del mundo y su protección es considerada clave en la lucha contra el cambio climático, debido a las enormes cantidades de dióxido de carbono que absorbe.

44.000 SOLDADOS DESPLEGADOS

Brasil tiene 44.000 soldados desplegados en la norteña región amazónica para luchar contra los incendios forestales y podría enviar más desde otros lugares del país, según informó el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Raul Botelho. Por ejemplo, en Porto Velho, en el estado de Rondonia, estarían disponibles dos aviones con capacidad para transportar 12.000 litros de agua mezclados con retardante de fuego, así como una brigada de infantería, fuerzas de patrullaje en ríos y la unidad de supervisión amazónica de la oficina local del Ministerio de Defensa

El Gobierno brasileño ha liberado además 38,5 millones de reales (unos 9,6 millones de dólares) destinados a ese departamento para que lleve a cabo dichas operaciones. Esta cifra supera los 28 millones de reales (unos 7 millones de dólares) que Defensa esperaba y, según el ministerio, la cantidad será suficiente para cubrir el primer mes de trabajos.

Según datos oficiales, solo en Amazonas, en el extremo norte de Brasil y fronterizo con Venezuela, Colombia y Perú, se han registrado más de 5.000 focos de incendio en agosto.

Las autoridades locales han alertado de que el denso humo, con algunos componentes tóxicos, ha conllevado un aumento de hasta un 30 % en la atención en los centros médicos de algunas ciudades. En Acre, que se encuentra en situación de emergencia, el Cuerpo de Bomberos recibió al menos 88 llamadas sobre incendios urbanos en veinticuatro horas.

PRESIÓN A BOLSONARO

Mientras tanto, un nuevo país europeo se ha sumado a Francia e Irlandia en la presión contra Brasil. El ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, afirmó este domingo que su país no apoyará el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur si Brasil no empieza a cumplir las obligaciones climáticas que imponen el tratado.

En rigor, Bolsonaro está alineado con Donald Trump en ese tema medular y en más de una ocasión hizo saber de su deseo de retirar a Brasil del Acuerdo de París. Pero los 76.720 focos de incendio desatados en el gigante sudamericano, un 85% mayores que en el 2018, se han convertido en un problema que va más allá de sus fronteras.