Los vecinos más próximos a la finca de las personas desaparecidas en Vilaverd han explicado que a las diez y media de la noche de este martes sintieron un alud y desde la ventana vieron el río totalmente desbordado. "En cinco minutos se descontroló totalmente, fue como si un pantano reventara y viniera un golpe de agua fortísimo", ha detallado uno de los vecinos, Miguel Ángel Delgado.

Después, toda la familia salió, se guareció y llamaron a los vecinos. Fue entonces cuando el vecino los explicó que el bungalow, donde vivía la madre y el hermano, se lo había llevado el río.

Los propietarios de esta finca solo tienen que lamentar daños materiales. La corriente de agua ha roto la valla que rodeaba los terrenos. Muy cerca de esta vivienda hay los restos de una caravana que pertenece a las personas desaparecidas, pero que no es el bungalou con el cual fueron arrastrados por el río. Delgado ha explicado que sus ovejas tampoco han sufrido ningún daño, a pesar de que el agua casi llegó a la altura del corral.

Otro vecino de Vilaverd, Fernando Gascón, también ha sufrido los estragos del temporal. Según él, la situación es "caótica" y ha afirmado que tiene la finca llena de troncos. "Anoche me jugué el cuello para poder salvar mi animal. Ahora mismo, no hay caminos, está todo lleno de escombros, es terrible", ha lamentado.

Montblanc es otra de las poblaciones con numerosas casas y establecimientos afectados por el temporal. El día siguiente de la tromba, muchos vecinos se han concentrado, incrédulos, en la zona del Pont Vell, un puente medieval al norte del municipio que ha resistido la riada -han cedido parcialmente los muros que hacían de barandilla-, si bien la estampa de árboles caídos y de calles e inmuebles anegados de barro es desoladora.

A pesar de que en Montblanc discurren cuatro torrentes, los desperfectos se han concentrado justo en el curso del río Francolí. Las casas más próximas al río están muy afectadas. Una de ellas presenta daños estructurales graves. Sus propietarios tuvieron que sacar un bebé por el balcón en pleno temporal. El colegio Verge Maria de la Mercè tiene el patio impracticable y el Archivo Comarcal, a tocar del río, ha salvado la documentación por los pelos. El año 1994 también se vivió un desbordamiento del río, pero no causó estos destrozos.