"Solo se explica por un fallo en la coordinación o en el protocolo. Había una unidad SVA (soporte vital avanzado, antigua UCI) disponible en la puerta del centro hospitalario de Blanes", afirma Jordi Venanci, coordinador de la Agrupación de Ambulancias de Cataluña de CCOO, en relación al fallecimiento de la niña de 8 años en el hospital comarcal de Blanes, a la espera de su traslado al Trueta de Girona. A su juicio es difícil entender por qué no se utilizó el vehículo y se esperó a que llegara la unidad pediátrica (SVAp).

Explica Venanci que en el territorio de Cataluña, fuera de Barcelona, solo se utilizan puntualmente las unidades pediátricas, cuando se trata del traslado de recién nacidos. "En este caso sí se requieren porque, a diferencia de las SVA, cuentan con incubadora, pero en el resto de situaciones, con niños de todas las edades, se usan las ambulancias avanzadas normales, que disponen de un médico y de un enfermero que les proporciona todas las atenciones necesarias, como a los adultos. Así se ha hecho siempre". Sería imposible, alega, asumir todos los casos pediátricos, con solo dos unidades SVAp localizadas en Barcelona (en el hospital de Sant Joan de Déu y en el Vall d’Hebron), a las que se añade una tercera unidad aérea con base en el Hospital de Sant Pau y que no funciona de noche.

El portavoz sindical lanza otra pregunta: dónde estaban esas dos ambulancias especializadas. "¿Estaban ocupadas, por qué se demoró tanto?". Venanci reitera, no obstante, que lo habitual es acudir a las SVA. Hay una veintena en Barcelona y unas 90 en el resto de Catalunya, mientras las ambulancias básicas suman unas 380 en todo el territorio.

Desde el Departamento de Salud informan de que el transporte interhospitalario pediátrico se inició en Cataluña en 1996 como respuesta a la necesidad de realizar traslados de pacientes pediátricos en estado crítico. Las unidades están destinadas a realizar traslados secundarios (o interhospitalarios). “Son los pediatras del hospital emisor y del receptor los que hacen la indicación de traslado y aceptación del mismo respectivamente. La información clínica sobre la que se toma una decisión es la expuesta por el médico (pediatra) del hospital emisor”, señala.

Fue la pediatra que atendió a la pequeña quien pidió una ambulancia pediátrica, admite CCOO, pero la organización sindical defiende la actuación de la profesional. “La movilización de los recursos no es responsabilidad del facultativo sino del Centro de Coordinación del SEM, que hubiera podido optar por enviar otro tipo de ambulancia sabiendo la larga espera necesaria”, esgrime Edgar Felip, miembro del comité de empresa de CCOO. El sindicato, que no descarta interponer una denuncia cuando concluyan las investigaciones, pone el acento en la existencia de solo dos unidades pediátricas medicalizadas, además de la aérea, para todo el territorio de Cataluña.