Para septiembre. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, calcula que estará listo tras el verano el nuevo reglamento de extranjería que incluirá la regularización individualizada de los inmigrantes que demuestren que están ocupando un puesto de trabajo, es decir, que tienen arraigo laboral. Es la medida que ya anunció Rumí en su toma de posesión y que afectará a buena parte del millón de sin papeles que hoy viven en España, entre ellos los que protagonizaron el encierro de la catedral de Barcelona.

Rumí se dirigió precisamente a estos últimos pidiéndoles que esperen "a que esté aprobado el nuevo reglamento" y no caigan en "provocaciones", en alusión al encierro del pasado fin de semana, aunque les advirtió de que "no deben crearse" tampoco "falsas expectativas". La regularización no será generalizada ni puntual. Será una nueva vía de acceso permanente a la legalidad para la que deberán cumplirse determinados requisitos todavía no establecidos, pero que no serán "un coladero" como otras veces.

Los meses que van desde ahora a septiembre son los que se da el Gobierno para negociar el contenido concreto del reglamento con el resto de partidos y organizaciones sociales y sindicales. El próximo mes de julio será remitido al Consejo de Estado.