Veto mundial. Tras la catástrofe aérea de un Boeing 737 Max 8 de Ethiopian Airlines en el que fallecieron 157 personas este fin de semana, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) decidió ayer suspender todas las operaciones de los aviones de este modelo y del 737- 9 Max, así como el sobrevuelo del espacio aéreo europeo por esos aparatos. La medida afecta también a los vuelos operados por compañías de terceros países cuyas rutas tengan salida o destino en un aeropuerto de la UE.

Se trata de una medida de «precaución» hasta que se aclaren las circunstancias del siniestro de Ethiopian Airlines, según la agencia. «La seguridad aérea es nuestra prioridad número uno y la Unión Europea está dando todos los pasos para garantizar la seguridad de sus pasajeros», escribió en su cuenta oficial de Twitter la comisaria de Transportes, Violeta Bulc. Antes, las autoridades de países miembros de la Unión Europea (UE), el Reino Unido, Austria, Francia, Irlanda y Alemania ya habían anunciado esa misma decisión. España, que esperaba una decisión a escala europea, anunció que se sumaba a esta iniciativa de suspender temporalmente las operaciones comerciales de estos aviones. Ninguna aerolínea española opera estos modelos, aunque Air Europa tiene pendiente un pedido de 20 aparatos.

DESDE LAS 19.00 HORAS

La paralización de los vuelos en la UE entró en vigor a las 19.00 horas de ayer y, por ahora no ha provocado afectaciones en el tráfico aéreo. Y todo ello mientras Boeing insiste en la seguridad de su gama de aviones 737 MAX. La compañía, que se había beneficiado recientemente del anuncio de su principal rival, el consorcio europeo Airbus, que anunció que dejará de producir el superavión A-380, se remitió a la autoridad de aviación estadounidense (FAA), que ha mantenido su condición de «aeronavegable», para argumentar que «no hay razones para emitir nuevas directrices a los operadores».

De todas formas, la FAA reconoció que «informes externos están dibujando similitudes entre este accidente y el vuelo Lion Air 610 accidentado -en Indonesia- el 29 de octubre del 2018», en el que la caja negra indicó un fallo en el sistema automático.

Aerolíneas de EEUU, como American Airlines o Southwest, así como Air Canada salieron en defensa de estos modelos, mientras que otras como la surafricana Comair, Turkish Airlines o la rusa S7 anunciaron que dejarían estos aviones en tierra.

El presidente de EEUU, Donald Trump, que mantuvo una reunión con el consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg, se preguntó en Twitter si los aviones no se han complicado demasiado para volar con seguridad. La compañía se enfrenta a una grave crisis en la que va encaminada a perder ya unos 30.000 millones de dólares en bolsa. Se trata del mayor descenso registradopor la compañía en 10 años.

LA SEGURIDAD, PRIORITARIA

«La seguridad es la prioridad número uno de Boeing y tenemos total confianza en la seguridad del 737 MAX. Entendemos que las agencias regulatorias y clientes hayan tomado decisiones que creen apropiadas para sus mercados domésticos», dijo en un comunicado el grupo.

A las primeras prohibiciones de volar por parte del Reino Unido, Singapur, Omán, Australia, Indonesia, Malasia, Vietnam y China, entre otros. Casi de los aviones del se fueron sumando otros países, hasta llegar a la EASA. En torno a un centenar de aparatos de los modelos afectados pertenecen a China, el mayor y más prometedor mercado de aviación civil del mundo. También uno de los más seguros informa Adrián Foncillas.

El 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines que se estrelló este fin de semana con 157 personas a bordo pocos minutos después de despegar de Addis Abeba (Etiopía) es el mismo modelo que se cayó cinco meses atrás en Indonesia y causó 189 muertos. No hay aún ningún vínculo demostrado entre ambos siniestros pero comparten un patrón inquietante: los pilotos sufrieron lecturas confusas de velocidad y altura tras despegar.