La víctima de La manada ha sacado fuerzas de donde no las hay para alzar la voz y llamar a la ciudadanía a denunciar las violaciones y evitar así que los delincuentes se salgan con la suya. La joven ha querido hacer esta reclamación a través de una carta a la presentadora de Telecinco Ana Rosa Quintana en la que muestra una madurez y un aplomo encomiables, tanto al agradecer el apoyo recibido como a la hora de reclamar un cambio de chip en la sociedad que permita evitar atrocidades como la que ella padeció. En la carta, la víctima de los cinco condenados a nueve años por abusos sexuales (y no por violación), que además salieron en libertad provisional la semana pasada, lanza un claro aviso a sus conciudadanos: «Os puedo asegurar que todo el camino que hay que recorrer no es un plato de buen gusto. Pero ¿qué hubiera pasado si yo no hubiera denunciado?», se pregunta.

«No os quedéis callados. Porque si lo hacéis, les estáis dejando ganar a ellos», concluye el escrito, en el que empuja a las víctimas de violaciones a explicarlo («a un amigo, a un familiar, a un policía, en un tuit..., como queráis, pero contadlo») e incluso reserva unas líneas para animarles: «Se puede salir. Pensaréis que no tenéis fuerzas para luchar, pero os sorprendería saber la fuerza que tenemos los seres humanos».

La joven describió en el juicio el «miedo» que sintió durante una agresión que «solo quería que pasara». «Yo estaba en estado de shock, me sometí y cualquier cosa que me dijeran iba a hacerla», rememoró la chica ante el juez. Pero ahora ha sacado fuerzas de flaqueza para que ningún violador quede impune y ha llamado a denunciar. «Está muy bien condenar unos hechos, pero todos tenemos que ser partícipes del cambio. Personalmente, con que mi caso haya removido la conciencia de una persona o haya dado fuerzas a otras para luchar, me doy por satisfecha».

La joven agradece a sus padres, a su familia y a sus amistades que hayan estado «siempre» a su lado. «Vosotros me levantáis», afirma, para añadir otro agradecimiento a las personas públicas y anónimas: «Sin conocerme, tomaron España y me dieron voz cuando otros me la querían quitar. Gracias por no dejarme sola, hermanas». También hay alguna dedicatoria a quienes le están ayudando en el trance de los últimos meses.

«NO PASAR POR ESTO» / «Gracias por no dejarme estar sola -escribe-. Me habéis hecho sentir otra vez parte de la sociedad, en la que parece que si te violan tienes que llevar el cartel de violada en la frente». Porque también aprovecha para lanzar al aire un toque de atención para reclamar una renovación mental a la ciudadanía. «Nadie tiene que pasar por esto. Nadie tiene que lamentarse de beber, de hablar con gente en una fiesta. De ir sola a casa o de llevar minifalda. Nos tenemos que lamentar de la mentalidad que tiene esta sociedad, donde esto le puede pasar a cualquiera, os lo aseguro», subraya.

En esa misma línea, la joven avisa de que «igual que estamos mentalizados y no bromeamos con enfermedades, no podemos bromear con una violación. Es indecente. Está en nuestras manos cambiarlo». Y agrega: «Tened cuidado con lo que decís. No sabéis cuantas veces he oído hablar de la chica de los Sanfermines, sin saber que esa chica era la que estaba sentada a tu lado. No soy la chica de los Sanfermines. Soy la hija, nieta, amiga... y a lo mejor ese de sois uno de vosotros. Así que, por favor, pensad antes de hablar».