"Me sentí intimidada por la pistola (de fogueo) y por ellos. Solo lloraba". Así se ha manifestado este lunes la víctima de la conocida como La Manada de Manresa, juzgada por el ataque sexual en grupo a la joven, el 29 de octubre del 2016, cuando tenía 14 años, durante una fiesta en una fábrica abandonada en la capital del Bages.

La menor, que ahora tiene 17 años, ha reconocido que sufrió la agresión de cuatro de los seis acusados, aunque ha precisado que una amiga le explicó el día siguiente que lo hicieron los seis. Durante la vista celebrada en la Audiencia ha nombrado a todos ellos por su nombre o apodo. Asegura que estaba asustada y agobiada, y reconoce que había bebido y fumado marihuan.

La víctima ha estado arropada por numerosas concentraciones organizadas por organizaciones feministas de toda España. Las convocatorias se han extendido a través de las redes sociales con las palabras atribuidas a los presuntos agresores: "Tienes 15 minutos, no tardes que me toca a mí". Ya son un total de 120 las concentraciones que se han adherido a la convocatoria a través de organizaciones feministas locales.

A las mujeres que la joven declarante, todavía en tratamiento psicológico tras los traumáticos hechos, sentirá más cercana son a las del Comité de Huelga Feminista de la localidad, quienes se han concentrado a las puertas de la Audiencia desde primera hora de la mañana para apoyar a la chica "y reivindicar justicia", con un objetivo claro: insistir en que "no es abuso, es violación".

OTROS 12 MENORES

Además de la víctima, está previsto que este lunes declaren también otros 12 menores presentes en la fiesta.

Los seis procesados se enfrentan a una pena de 12 y 10 años de cárcel por abuso sexual, pero a uno de ellos se le reclama otros siete años y seis meses por obstrucción a la justicia. A un sexto imputado se le solicita una multa porque únicamente observó lo que hacían sus amigos, no hizo nada para evitarlo y aprovechó la escena para masturbarse.

En el pantalón de la menor se halló restos de semen de uno de los encausados, Daniel, que es quien permaneció en prisión preventiva dos años.

"PROBLEMAS CON VUESTRA FAMILIA"

Según la acusación pública, tras la agresión sexual, uno de los procesados exhibió una pistola de fogueo ante los presentes en la fiesta y, haciendo el gesto de cargarla, y con "ánimo de amedrantar a los testigos allí presentes", gritó: "Si alguien de los que estáis aquí decís algo de lo que aquí pasa, tendréis problemas con vuestra familia".