Las víctimas del monje de Monserrat Andreu Soler tiene previsto manifestarse este domingo frente a las puertas del monasterio benedictino para expresar su profundo rechazo por el modo en que las autoridades eclesiásticas de este centro de culto han respondido al salir a la luz diversos casos de abusos sexuales ocurridos allí a finales de los años 90.

Miguel Hurtado, una de las víctimas del monje que lideró el movimiento escolta de Montserrat, no sabe con certeza cuántas personas acudirán a la protesta, pues tal vez por miedo o por vergüenza algunos no lo harán, pero en su caso ha avanzado que pretende exigir allí, en el lugar de los hechos, la dimisión del actual abad, Josep Maria Soler, por el modo en que ha reaccionado tras saltar el escándalo.

Según Hurtado, los responsables del monasterio le han informado ya de que no pondrán trabas a su presencia en el monasterio, pero desde los servicios de seguridad le han advertido de que el centro de culto no permite que se desplieguen pancartas reivindicativas. Parece, de entrada, una respuesta arbitraria, conocidos los antecedentes en que en Montserrat se han llevado a cabo actos políticos.

MISA A LAS 11

La protesta de Hurtado y otras víctimas de los abusos cometidos en los 90 podría preceder a la misa conventual que el padre abad tiene previsto celebrar a las 11 de la mañana y en la que, según diversas fuentes, abordará el escándalo. La tesis de Montserrat es que su respuesta ha sido más clara, transparente y rotunda que la de cualquier otra institución eclesiástica salpicada por casos similares.

Sin embargo, la realidad es que cuando los responsables del monasterio tuvieron conocimiento de los abusos, no los pusieron en conocimiento de las autoridades. Sí compensaron económicamente a Hurtado, por ejemplo, por las terapaias psicológicas que había recibido. Y sin embargo el monasterio dedicó al presunto pederasta un elogioso libro de memorias en el 2007, un año antes de su fallecimiento.

En la protesta de las víctimas, prevista para las 10 de la mañana del domigo, Hurtado irá acompañado como mínimo por Peter Saunders, que también sufrió abusos y representa a la Comisión Antipederastia del Vaticano, y por Juan Cuatrecasas, presidente de la Asociación Infancias Robadas.

BÚSQUEDA DE VÍCTIMAS

Además de exigir la dimisión del padre abad, los manifestantes insistirán en demandar que una comisión independiente investigue los hechos (es decir, que no esté pilotada por miembros de la comunidad benedictina) y que se den las máximas facilidades para poner en marcha una búsqueda activa de otras víctimas para ofrecerles la oportunidad de denunciar los abusos que sufrieron. Hurtado se muestra convencido de que el caso no ha hecho más que comenzar y que probablemente saldrán a la luz pública más víctimas.