La Federación SOS Racismo ha lanzado este martes 13 de noviembre un nuevo vídeo dentro de la campaña #EsRacismo con el objetivo de hacer un llamamiento a los ciudadanos para erradicar el "racismo cotidiano" que sufren muchas personas, como magrebís, africanos, gitanos o latinos, en España en su día a día.

Se trata de un experimento social diseñado por la Federación SOS Racismo, junto al estudio de comunicación de alas6enlaPlaya basado en la dinámica del popular juego '¿Quién es quién?'. Para ello, se diseñaron 16 piezas gigantes en las que, entre ellas aparecían las fotografías de cuatro personas "racializadas": una mujer gitana, una mujer boliviana, un hombre magrebí y otro camerunés.

Con este montaje, se invitó a más de 30 parejas anónimas que paseaban por la calle a acertar cuál era el personaje que aparecía en las tarjetas a través de algunas preguntas prediseñadas: ¿Está fichado por la Policía? ¿Su hermano trapichea con drogas? ¿Trabaja en la calle? ¿Ha viajado en barca? ¿Tiene varias esposas?

UNA REALIDAD DENUNCIADA

El planteamiento de esta acción, según explica el secretario de la Federación SOS Racismo, Mikel Mazkiaran, es "tratar de poner imagen a una realidad que SOS Racismo lleva años denunciando: que muchas personas sufren agresiones y discriminaciones en su día a día y que esto afecta a todos y todas".

Mazkiaran remarca que si en el primer vídeo quisieron "poner el acento en la necesidad de no callarse ante el racismo", en este caso querían "poner encima de la mesa discursos que se tienen interiorizados y que salen de forma espontánea en una situación relajada".

Estos "racismos cotidianos" o "microracismos", advierte, son "la base de comportamientos que dificultan la convivencia en Europa, así como la mecha para la aparición de discursos extremos tal y como se ven en los últimos meses en diversos países europeos, Estados Unidos o Brasil".

La iniciativa ha contado con el apoyo de la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, y la participación de la Federación de Asociaciones de mujeres gitanas KAMIRA, las asociaciones El Mundo y África Trabajan, y Mujeres en Zona de Conflicto (MZC).

En este sentido, Mazkiaran insiste en la importancia de crear alianzas entre las administraciones públicas y los movimientos sociales para generar estrategias con las cuales llegar al conjunto de la población y que impidan el desarrollo de discursos extremos; así como de crear un marco legal que defienda y ampare a la víctima de este tipo de comportamientos discriminatorios.

DERRIBAR MUROS

Sobre el caso práctico, Mazkiaran destaca que a pesar de que existe "un grupo importante de personas" con discursos que se podrían definir como "estereotipados, prejuiciosos e incluso racistas", han observado que estos "desaparecen" en el momento que cae el muro de la distancia con la persona "racializada".

"Esto nos lleva a la necesidad de trabajar en dos vertientes, una que lucha por la generación de más espacios de convivencia y encuentro, y otra de tipo político que busque además de la participación de este colectivo, la mejora de los mecanismos legales y la eliminación de guetos físicos, mentales y políticos que aparten a las personas racializadas", ha apuntado.