En lo que va de año, un total de 11 mujeres han sido asesinadas por sus parejas en España. Y otras dos han muerto a manos de sus exparejas. La cifra total -13, a la que se añaden los 11 menores que han quedado huérfanos por este mismo motivo- ha disparado las alarmas. A estas mismas alturas del año, en el 2018 se registraron seis víctimas mortales de violencia machista. Y un dato más: de las 13 asesinadas en el 2019 solo una había denunciado previamente a su agresor. ¿Por qué las mujeres siguen sin acudir a la justicia?

Después de muchos años de experiencia con víctimas, Altamira Gonzalo, de la asociación de mujeres juristas Themis, tiene claro que el actual sistema judicial no sirve para proteger a las mujeres. «No está funcionando. Ellas no confían en el sistema porque el sistema no las cree», explica Gonzalo tras destacar la actitud de «descreimiento y descalificación» que sufren numerosas víctimas a manos de los jueces.

VOCES EXTREMISTAS

Sin embargo, Susana Gisbert, fiscala de la sección de violencia sobre la mujer en Valencia, asegura que el sistema judicial funciona «mal que bien». Y añade: «Puede que la denuncia no sea una solución. Pero la no denuncia nunca es una respuesta». Gisbert alerta también de las voces extremistas que están negando la existencia de la violencia machista, un tema que se ha convertido en «incómodo» para algunos partidos políticos. «Me da mucho miedo que la gente esté saturada y que se esté produciendo un efecto anestesia».

En el 2018 fallecieron 47 mujeres. De ellas, solo 14 habían presentado denuncia previa, lo que supone el 29,8%. En el 2017, de las 51 asesinadas, solo 12 denunciaron a sus agresores (23,5%). Gonzalo se muestra muy descreída con la actual formación en igualdad que reciben los jueces. «Son cursos digitales de muy pocas horas que realmente no sirven para nada», resume.

Para revertir esa situación, el Congreso aprobó en octubre del año pasado una ley en la que se especifica que para obtener la condición de magistrado especialista en violencia contra la mujer los aspirantes deberán superar pruebas selectivas análogas a las que superan los jueces especializados en mercantil, penal, menores o social.

REMOVER CONCIENCIAS

En opinión de la abogada de Themis, para frenar la sangría de la violencia machista y la escasa confianza de las víctimas en el sistema judicial español lo que hay que hacer es «remover conciencias y cambiar la estructura de pensamiento para pasar de un pensamiento machista a uno demócrata». «Si una persona da el paso de acudir a un juzgado para denunciar a su compañero de vida, es que algo ha pasado. Hay que pararse a escuchar y atender a esa persona que está pidiendo ayuda», subraya.

Desde la asociación Themis, el primer paso que recomiendan dar a las maltratadas no es precisamente acudir al sistema judicial, sino primero «ponerse fuerte» y pedir ayuda a una psicóloga para ganar seguridad y confianza. Una vez hecho esto, entonces, sí que las expertas recomienda acudir a la justicia.

«Primero de todo tienen que estar fuertes para afrontar el paso por los juzgados», insiste Gonzalo, que recuerda que en el caso de que la mujer tenga hijos todo se vuelve muchísimo más complicado.

La última víctima de la violencia machista, de 39 años, tenía dos hijos, una niña de 11 años y un niño de 5. Ambos menores estaban en la vivienda familiar, en Loeches (Madrid), cuando el pasado lunes ocurrió el terrible suceso: el padre -presuntamente- mató a la madre y después se suicidó cortándose las venas.

Madrid, junto con Andalucía, es la comunidad en la que se ha registrado mayor número de asesinatos machistas en lo que va de año: tres crímenes. De las 13 mujeres asesinadas en toda España, nueve eran de nacionalidad española (casi 70%), y 4, extranjeras. Respecto a los agresores, ocho son españoles, y cinco, extranjeros. Desde el 2003, primer año en que se realizan estadísticas oficiales, han muerto 988 mujeres. El año más sangriento fue 2008, con 76 víctimas mortales a manos de sus parejas o exparejas. Al contrario, el año menos violento fue el año pasado, cuando 47 mujeres fueron asesinadas.

Los datos llaman especialmente la atención ahora, en plena época del MeToo y la revolución feminista. El pasado 8 de marzo España volvió a ser un país paralizado donde las mujeres protagonizaron una huelga y una posterior manifestación que desbordó ciudades y pueblos.