El preso español que permanecía desde hace más tiempo en una cárcel extranjera, José Juan González Beltrán, ingresó ayer en la cárcel de Valdemoro (Madrid) para acabar de cumplir una condena de 20 años tras ser trasladado desde Egipto, donde ha estado recluido en un presidio durante los últimos 17 años por tráfico de heroína.

González Beltrán, de 43 años, el único español encarcelado en Egipto, fue sentenciado en 1988 a la pena de muerte, que le fue conmutada posteriormente por la cadena perpetua por ser extranjero, después de ser detenido en el aeropuerto internacional de El Cairo en un vuelo procedente de la India. El arrestado viajaba en compañía de su mujer y de un amigo y en el doble fondo de una maleta transportaba más de cuatro kilos de heroína.

A diferencia de su esposa, que fue puesta en libertad, y de su amigo, también liberado porque contrajo el sida, González Beltrán ha seguido encarcelado en condiciones penosas durante todos estos años sin que la mediación del Ministerio de Justicia surtiera efecto.

Nacido en Vigo en 1961, el preso, que compartía un celda mínima con otros 15 reclusos, ha logrado rehabilitarse de su antigua adicción a las drogas, cursar estudios de Derecho y Psicología a través de la UNED y escribir dos libros de poesía.