«Devolver» el prime time a una «hora normal», acortar la duración de los capítulos o dar espacio a nuevas voces y nuevos intérpretes. Estas son algunas de las demandas que reclama el mundo de la ficción televisiva en España, desde Los Javis hasta Aitor Luna o el creador Josep Cister. No solo la «farándula» señala estos retos de la pequeña pantalla.

Cada vez son más habituales las quejas entre la audiencia en las redes sociales por la duración de los episodios o el tardío horario estelar que, inevitablemente, alarga la noche televisiva hasta pasadas las 00.30 horas, aunque en pleno agosto el problema coja vacaciones.

Un problema que volverá con el inicio del curso televisivo y que, más allá de debatirse en foros como las redes, ha llegado incluso al Senado, que en 2017 dejó caer en saco roto esta demanda popular que, simbólicamente y desde hace años, acapara también peticiones en la plataforma change.org y es tema de debate entre los profesionales. Y es que la industria también pone el foco en el horario de máxima audiencia. En un foro celebrado por RTVE el pasado junio, el creador Josep Cister ya pedía que «se devolviese el prime time a una hora normal» (en Alemania, por ejemplo, comienza a las 20.00 horas, mientras en España está fijado a las 22.30).

Aunque el horario estelar no es el único reto al que se enfrenta la televisión española del siglo XXI, criticada también por lanzar producciones con episodios demasiado largos, algo que, añadido al prime time, hace que la pescadilla se muerda la cola.

«Echo de menos formatos de 20 o 30 minutos, sobre todo en comedia. La gente no puede ver una serie de una hora y media a las once de la noche con mucha publicidad si al día siguiente tiene que trabajar. Eso tiene que cambiar», decía Belén Cuesta a Efe en la presentación de la segunda temporada de Paquita Salas.

Ese fenómeno televisivo, nacido en Flooxer y adoptado por Netflix, presenta tramas no superiores a 30 minutos -de media, las series españolas suelen durar 70 minutos-, siempre con la exitosa y particular mirada de sus creadores, Los Javis, que han convertido al alter ego de Brays Efe en un prodigio mundial. «Llenando 70 minutos todos los capítulos al final siempre tienes que meter paja por algún lado. En ese sentido, cada vez vamos quitando la paja y se van haciendo cosas más interesantes, menos costumbristas», apuntaba a Efe Aitor Luna en la presentación de La catedral del mar, buque insignia de esta temporada de Antena 3. Atresmedia, por cierto, ha reducido la duración de sus series a 50 minutos, dentro de los cánones de portentos audiovisuales como Netflix o HBO. Hay más demandas para la pequeña pantalla. Lidia San José, popular también por Paquita Salas, echa en falta «oportunidades para más gente»: «Hay gente con muchísimo talento que no está teniendo su oportunidad. Que se hagan cosas diferentes, que se arriesgue».