En lo que a plataformas de streaming se refiere, hasta ahora las series de adolescentes habían sido un buen campo para Netflix, que había hecho una apuesta por el género con títulos que le han dado grandes resultados, como Por 13 razones, Stranger things y la producción española Élite. Pero HBO hace hoy su primera gran incursión en las series de instituto con Euphoria, un crudo drama de seis episodios que muestra el lado más oscuro de la adolescencia, y que está protagonizado por una exestrella Disney, Zendaya (Shake it up, K.C, agente especial).

Creada por Sam Levinson (Nación salvaje), el hijo del director Barry Levinson (Rain Man), y basada en una producción israelí del mismo título, esta serie que impacta tanto por su moderna estética como por sus explícitas escenas de sexo se adentra en los traumas de varios adolescentes que intentan encajar en un entorno en el que prima la dictadura del postureo y en el que se sienten totalmente expuestos por la constante presencia de las redes sociales.

Las drogas y el sexo marcarán sus historias, con lo que no se trata precisamente de una ficción fácil de digerir: hay relaciones de dominación, autolesiones, múltiples desnudos, escenas de violencia, bullying, sexo entre adultos y menores, pornografía y un desfile de drogas que pasan por las manos de la protagonista, Rue (la convincente Zendaya), una complicada y contradictoria chica que, sin salir del instituto, es ya una adicta.

Su voz en off sirve como hilo conductor para explicar cómo se enfrenta a la búsqueda de su propia identidad, mientras los efectos de las drogas hacen mella en su percepción de la realidad y en su familia. Lo único que parece que podría salvarla de su espiral de autodestrucción es su reciente amistad con una chica trans (interpretada por la modelo transgénero Hunter Schafer).

«Para mí, Euphoria es una de las miradas más crudas y honestas de lo que parece ser una persona joven. Definitivamente, es diferente a lo que he hecho antes y habrá algunos temas que serán más difíciles de entender», subrayó Zendaya a la revista Vanity fair.

Uno de esos temas difíciles, el de las drogas, es el reflejo de la propia experiencia personal del creador de la serie, que reconoció en Variety que pasó la mayor parte de su adolescencia en hospitales. «En algún momento, alrededor de los 16 años, me resigné a la idea de que, con el tiempo, las drogas podrían acabar matándome y no había ninguna razón para luchar contra ello», explicaba Levinson. Hasta que dio un giro a su vida y se rehabilitó con 19 años, lo que le permitió componer obras como la transgresora película Nación salvaje en la que ya buscaba provocar, algo que vuelve a hacer en Euphoria. Una serie que, sin duda, dará mucho que hablar.