El joven francés de 19 años Bilal Hassani, icono queer y youtuber con más de 800.000 suscriptores en su canal, será finalmente el representante de Francia en la 64ª edición de Eurovisión, que se celebra este 18 de mayo en Tel-Aviv. Una elección con una fuerte carga simbólica ya que el cantante recibe constantemente insultos racistas y homófobos en las redes sociales. «Casi nunca respondo a los haters. Si lo hago, lo hago una vez cada tres meses e intento hacerlo con humor, sin tomarlo muy en serio», comentó Bilal a la emisora France Inter.

A raíz de los insultos recibidos por la red, dos oenegés francesas que combaten la homofobia, Stop Homophobie y Urgence Homophobie, se han pronunciado los últimos días mediante las redes sociales y han asegurado que «se unen para demandar a cada persona que le ha insultado, discriminado o amenazado».

Esta exposición mediática que sufre el cantante franco-magrebí coincide con el lanzamiento de un plan gubernamental para combatir la homofobia y la transfobia en la escuela (Todos somos iguales, todos somos compañeros). Una campaña que no parece ser eficaz para Hassani: «Cuando veía ese tipo de carteles en la enfermería de la escuela, no me daba la impresión de que sirviesen para cambiar actitudes». No obstante, esos insultos que recibe bajo el anonimato de internet por su orientación sexual o por su origen magrebí no es lo único que recibe Hassani. El cantante cuenta con el apoyo de sus seguidores que sueñan que triunfe como Conchita Wurst.

Bilal empezó a ser conocido en el mundo de la música por su participación en el año 2015 en el concurso televisivo La Voz Kids, en su versión francesa.

Tras su paso por el concurso infantil, fue a través de su canal de YouTube donde célebre. Algunos de sus vídeos más populares alcanzan millones de visualizaciones.

Roi es la canción que el representante francés cantará en Eurovisión 2019. Con su letra mayoritariamente en francés, pero con frases destacadas en inglés, Roi (Rey), reivindica la singularidad de las personas. Con ella, consiguió un 36% de votos de los telespectadores de Destination Eurovisión 2019, que le hicieron ganador para representar a su país.

Cada uno tiene sus peculiaridades y para el parisino es saltarse las normas preestablecidas socialmente en lo referente a la vestimenta o a la apariencia, en general. «Me encanta llevar pelucas. Las reglas que te dicen cómo vestirme, qué debo hacer, cómo me tengo que comportar, me las salto. Y eso me divierte», asegura en uno de sus vídeos.