«En la áridas llanuras del norte de España, a 265 km de su capital, Madrid, hay un pueblo fantasma. Los escombros se amontonan en las calles vacías. Si prestas atención puedes oír las voces del pasado. Su nombre es Belchite». Con estas inquietantes palabras arranca mañana en DMAX (18.40) una nueva entrega del programa Ingenierías abandonadas que ofrece una mirada histórica con forma de documental sobre infraestructuras del pasado que hoy acumulan polvo o herrumbre.

El espacio ofrece, con un aire de misterio, una explicación histórica a la existencia de este pueblo, destruido durante la guerra civil española y jamás reconstrudido. Belchite fue atacado por el Ejército republicano en el verano de 1937, como puente para tomar Zaragoza, y en su asedio murieron miles de personas.

El documental está rodado pensando en el público americano. No en vano DMAX es uno de los canales que la plataforma norteamericana Discovery Incorporated ofrece en abierto en España. Así, Ingenierías abandonadas se centra en la participación en la batalla de Belchite de la XV Brigada Internacional —también conocida como Brigada Abraham Lincoln-, uno de los contingentes de soldados extranjeros que combatieron en defensa de la legalidad republicana. También se refiere al paso de Ernest Hemingway por el pueblo durante el conflicto.

El programa aporta imágenes del Belchite destruido, testimonios de especialistas y entrevista al guía local, Pedro Simón, quien da claves del enfrentamiento bélico: «Era muy importante derribar esta iglesia, porque había ametralladoras en la torre con línea de fuego a todos los alrededores. En ella se puede ver aún la brecha que abrió la artillería para permitir que las tropas republicanas del Batallón Abraham Lincoln entrasen al pueblo». Pedro Simón recuerda que «la toma de Belchite fue calle por calle».

Fue una batalla que acabó en tragedia y que dejó tras de sí cerca de 3.000 muertos y un pueblo absolutamente derruido y marcado para siempre por la guerra. El programa explica por qué Belchite no fue reconstruido tras el conflicto: «Franco, hombre que gobernaría España con puño de hierro hasta 1935 con la ayuda de la Italia de Musolini y la Alemania de Hitler», decide conservar el pueblo en ruinas como una prueba de la barbarie republicana, se afirma en el documental.

Hoy, el pueblo viejo es Bien de Interés Cultural, en la figura de Sitio Histórico, y se visita regularmente como lugar de interés para la memoria histórica.

El espacio habla también de los barcos de hormigón abandonados en Powell River, Columbia Británica (Canadá), que forman un rompeolas para proteger del oleaje una fábrica de papel, así como de Weingut I, fábrica-búnker construida por los alemanes durante la II Guerra Mundial en el norte de Bavaria.