Tras su debut en el mundo en el 2014 con El Niño, Jesús Castro (Cádiz, 1993) ha tenido en la televisión el medio en el que está consolidando su carrera, con producciones tan populares como Mar de plástico, El Príncipe, y Secretos de Estado.

-¿Cómo le llegó la posibilidad de entrar en esta serie?

-Me lo plantearon tarde, entre comillas. Hice la prueba enseguida y al poco tiempo ya estábamos de preparativos. Yo entré cuando todo estaba bastante armado.

-¿Cómo es su personaje?

-Se llama Andrés Rivera, es el jefe de seguridad del presidente del Gobierno español y se encarga de la logística y transporte de su familia. Es el hombre de confianza de Moncloa.

-¿No supone esto un cambio de registro total, después de interpretar a personajes que están al otro lado de la ley?

-Sí, ya era hora. He disfrutado mucho porque es otro tipo de personaje. Solo el hecho de verme con traje era una sorpresa, porque no me cuadraba. Era no tener puesto un chándal Adidas y notarme un poco raro. Pero lo he pasado y bien y hemos dado otro toquecito con un perfil diferente.

-¿De qué lado se van a ver más trapicheos?

-No lo puedo decir, pero se van a ver muchos trapicheos.

-¿Se le verá en muchas escenas de acción?

-En menos de las que me gustaría. Normalmente estoy en series muy activas de acción, mientras que esta es un poco más política. Hay acción, pero es tranquilita.

-¿Qué visión muestra de la actual política española?

-Todo lo que se ve en la ficción, la realidad lo supera. Por mucho que enseñemos aquí, no tiene nada que ver con lo que de verdad se está cociendo. Los modelos no son reconocibles. Cuando la serie se gestó, el presidente de ficción tampoco se parecía al real, porque es guapete.

-¿No hay guiños a casos conocidos de corrupción?

-Alguna cosilla habrá, pero tanto como guiños… La trama principal es política, y a partir de ahí se abren varias ramas a diferentes temáticas.

-¿Cómo se preparó el papel?

-En mi caso me leí alguna cosa de protocolo para ver distancias respecto de la persona que estás protegiendo y algún que otro detalle. Son cosas que no sabes. Me vi El guardaespaldas, que es la típica película de este género, y poco más.

-Usted empezó en el cine pero ahora parece haber reorientado su carrera hacia la televisión…

-La verdad es que estoy cómodo y tengo muchas ganas de seguir aprendiendo. Trabajo a la vez que aprendo, y eso me hace sentirme privilegiado.

-Entonces, ¿le da igual el cine que la televisión?

-La diferencia son los tiempos. En cine todo está más cuidado y puedes estar una jornada entera para un par de secuencias, mientras que aquí igual en una jornada hacemos 14 secuencias.

-Eso debe de ser un buen banco de entrenamiento para usted…

-Totalmente. Así es como se aprende más rápido. Cuando hay más presión, tienes que ser más resolutivo. En cine es mucho más fácil porque tienes tiempo. Aquí, a veces improvisas sobre la marcha y eso te curte.

-¿Dónde se ve dentro de unos años?

-No lo sé, porque no me veo de aquí a nada. Hoy estoy donde quiero y haciendo lo que quiero. Voy a intentar trabajar para seguir haciendo esto, que es lo que quiero.

-Hay compañeros suyos que han dado el salto a Netflix. A usted ya le han propuesto dos proyectos de la plataforma, la segunda parte de ‘La Reina del Sur’ y ‘Brigada Costa del Sol’. ¿Qué puede adelantar?

-Sí, puede ser… Es que todavía no puedo hablar mucho del mundo Netflix. Pero no tengo ningún tipo de prisa porque acabo de empezar en esto. Es como si empiezas a construir una casa por el techo y se te viene todo abajo. Si estoy empezando, no puedo querer ni cruzar el charco ni estar ya en Hollywood. Aquí estoy muy bien porque no me falta trabajo. Estoy encantado de estar donde quiero.