Los tiempos cambian, pero la amistad de 'Las chicas del cable' sigue siendo indestructible. Y a prueba de bombas, como quedó constancia en el explosivo final de la tercera temporada de la que fue la primera serie de Netflix producida en España, que este viernes 9 de agosto regresa a la plataforma de 'streaming' con nuevos episodios y adentrándose en el primer año de la Segunda República.

Ambientada en septiembre de 1931, justo un año después de que la compañía de telefonía donde trabajan las protagonistas saltara por los aires, la cuarta temporada comienza con las chicas explorando nuevos territorios profesionales, sobre todo Carlota (Ana Fernández), ahora que el exilio forzado del Rey y la instauración de un nuevo sistemo político en España auguran la ansiada igualdad de género.

Animada por Óscar (Ana Polvorosa), la antigua Sara, la joven se presenta como candidata a la alcaldía de Madrid. Sus ideas liberales le granjean muchos apoyos, lo que conlleva también un claro peligro, ya que su rival está dispuesto a utilizar la relación lésbica de Carlota y su prometido Óscar a favor de sus intereses. Un giro inesperado en el primer capítulo pondrá al personaje contra las cuerdas y obligará a las amigas a estar más unidas que nunca para librar a su compañera de la pena de muerte, dándole un toque de intriga a la trama muy a lo 'Big little lies'.

Mirada actual

"Una de las claves del éxito de esta serie es que trata los temas desde una mirada muy actual. La época ya se ve en la estética", resalta Maggie Civantos, que intepreta a Marga, que empezó la ficción como una mujer maltratada para luego consolidar su valentía gracias al apoyo del resto de telefonistas. Ahora, su personaje tendrá también un nuevo proyecto profesional (aunque con intereses ocultos), igual que Marga (Nadia de Santiago) y Lidia (Blanca Suárez), que escalan puestos en la compañía de telefonía, aunque tengan que enfrentarse a algunas susceptibilidades masculinas.

Como buen culebrón (de época, eso sí), las tramas sentimentales volverán a estar muy candentes. "La serie te da un poco de contexto político pero después también se centra en relaciones que podemos tener todos", destaca De Santiago. "Y luego está la situación de la mujer, que se puede comparar con lo que estamos viviendo hoy", añade.

"La boda frustrada de Lidia y Carlos aparecerá en los nuevos episodios" adelanta Suárez sobre su personaje y el de Martín Rivas, que interpreta al padre de su hija y director de la empresa telefónica, que vio cómo las intrigas de su madre (Concha Velasco) la acababan llevando a la cárcel. Aunque puede que por poco tiempo. "Doña Carmen nos va a sobrevivir a todos y como disfruta tanto haciendo el mal y es tan creativa, en esta cuarta temporada se le ocurren un montón de ideas para amargarnos la vida", bromea Ángela Cremonte, que da vida a Elisa, la sufrida cuñada de Lidia.

El fichaje de Carles Francino

Entre los fichajes de la temporada, destacan Carles Francino y Adolfo Fernández, aunque posiblemente esta cuarta etapa será recordada, sobre todo, por el adiós de una de las protagonistas, Maggie Civantos. La actriz ya confirmó hace un tiempo que no participaría en la quinta temporada, que han rodado este verano, mientras ella ya estaba inmersa en otro proyecto profesional, la nueva serie de intriga de TVE-1 'Malaka', antes de volver a ponerse en la piel de la Macarena de 'Vis a vis' en el 'spin-off' de la ficción carcelaria.