Ricardo Gómez, el Carlitos de Cuéntame cómo pasó, no es el único actor al que hemos visto crecer en la longeva serie de TVE-1. Cuando hace 20 años el hijo pequeño de los Alcántara aparecía por primera vez en pantalla, le acompañaban otros dos chavales que se convertirían en unos de sus mejores amigos tanto en la ficción como en la vida real: Santi Crespo (Josete) y Manu Dios (Luis). Vestidos como niños de finales de los años 60, la década en la que arrancó Cuéntame , los pequeños ponían entonces, con sus travesuras, el toque más humorístico a la serie que lleva ya 21 temporadas repasando la historia más reciente de España. La marcha de Ricardo Gómez, hace dos años, rompió ese trío, aunque tanto Crespo como Dios siguen ligados a la ficción. El segundo, además, ahora también como guionista.

Hace un par de años hice un curso de guion en la Universidad Carlos III y, al poco tiempo, me ofrecieron la oportunidad de incorporarme al equipo de guionistas de la serie, explica Dios, que debuta escribiendo para Cuéntame en esta nueva faceta profesional, que siempre le había llamado. Desde pequeño he sido muy lector y me ha gustado la escritura. Además, llevo toda la vida leyendo guiones, se justifica, ahora ya habiendo cumplido los 30.

El actor recuerda cómo tuvo que convencer a sus padres para que, con solo 10 años, le dejaran presentarse al casting en el que buscaban a niños para una nueva serie de TVE-1. La prueba era el día de mi cumpleaños y me dejaron ir casi como un regalo, para que se me quitara de la cabeza lo de actuar, explica. Pero fue pasando las cribas hasta que se hizo con el papel de Luis, el compañero de aventuras de Carlitos en San Genaro, casi como si fuera un juego. Yo iba al plató a divertirme, porque me gustaba más ir a rodar que al colegio. Y no era para nada consciente de la carrera que tenían los actores que me rodeaban, como Imanol Arias, Ana Duato, Tony Leblanc, Fernando Fernán Gómez, enumera.

LA RESPONSABILIDAD DE LA INTERPRETACIÓN

LA RESPONSABILIDAD DE LA INTERPRETACIÓN

Reconoce que el hecho de haberse criado en un plató no es habitual, pero no siente que se haya perdido parte de su infancia. A mí la interpretación me hizo ser muy responsable, es algo que me ha permitido vivir experiencias muy positivas y me quedo, sobre todo, con lo que he ganado, recalca. Ser actor no ha hecho que me pierda nada, porque lo he podido compaginar con mis estudios y me he sacado una carrera, Ciencias Políticas, añade.

Los cinco años de carrera, eso sí, fueron los que estuvo más desvinculado de Cuéntame, aunque los guionistas mantenían la continuidad de su personaje con un capítulo por temporada. Fue cuando Luis se iba en barco por el mundo, recuerda. Acabados los estudios, le plantearon la posibilidad de reincorporarse al rodaje de forma más continua, cuando los Alcántara deambulaban ya por 1983, con la reaparición de su personaje convertido en un adicto a la heroína, hasta que logró rehabilitarse y se mudó a Sagrillas, el pueblo de Antonio y Mercedes, para hacerse cargo de las viñas de la familia y, posteriormente, convertirse en alcalde.

En la actual 21 temporada, se le verá de nuevo por San Genaro. Los poderes fácticos del pueblo me hacen una moción de censura y me impiden trabajar allí. Así que mi personaje se ve obligado a volver a Madrid y buscarse la vida con su mujer, Maite, y su hija de un año, avanza Dios. La mudanza a la capital hará reaparecer el fantasma de la droga y desatará la preocupación de su esposa, ya que fue allí donde se enganchó, explica el actor, que asegura que haberse convertido en guionista de la serie no ha supuesto ningún cambio para su personaje, ya que las secuencias se han consensuado entre todo el equipo de redactores.

La incorporación de la trama de la pandemia en la 21 temporada está haciendo que los guionistas de Cuéntame vayan más al día que nunca. Vamos muy pegados a la realidad, escribiendo en función de la que va pasando para incorporarlo de la mejor manera posible, reconoce Dios. Aunque eso no les ha librado de su primera polémica, por las críticas al personaje de la doctora María Alcántara por quitarse la mascarilla en el hospital. Ese capítulo se desarrollaba en marzo y, a esas alturas, todavía no se recomendaba el uso de las mascarillas por parte de las autoridades sanitarias, remarca. Además, ver el rostro de una de las protagonistas mientras está interpretando esa escena ayuda a conseguir un resultado más interesante, añade. Bien lo sabe él, que espera seguir compaginando los guiones con su trabajo como actor.