Aunque la renovación de la serie de TVE-1 Servir y proteger por 200 capítulos más haya sido recibida con satisfacción por todo su equipo, a Luisa Martín le ha hecho especial ilusión porque tiene ya casi 60 años, edad difícil para encontrar un papel protagonista.

-Lleva ya a sus espaldas 200 capítulos de una serie diaria como ‘Servir y proteger’. ¿Cómo lo ha aguantado?

-Cuando empezamos, dije que suponía que era como ir al gimnasio. Pues es así. Creo que ahora estoy mejor que al principio, más en forma, y tengo más seguridad. Pero, sobre todo, hay una cosa que es fundamental: el lenguaje policial y legal me resulta más familiar y conocido. Al principio, había terminología que me costaba mucho memorizar, y ahora no es que tengamos mucha soltura, pero sí que es verdad que nos suena bastante más.

-¿Ha trastocado mucho su vida familiar ese ritmo vertiginoso?

-A mí cada cosa que hago me trastoca la vida completamente porque soy muy obsesiva de la disciplina, y para esto tienes que tener mucha. Tengo una rutina de la que no me salgo: me voy a mi habitación a las nueve y media de la noche, le digo adiós a mi familia y me repaso los guiones del día siguiente. A las diez en punto apago la luz, me levanto a las cinco menos cuarto, desayuno muy bien y luego no como hasta que llego a casa, a las seis de la tarde. Lo hago así cada día. Entonces, estudio y estudio. Y los fines de semana también estudio.

-¿Y cuándo ejerce de mamá?

-Esto tiene el lado positivo de que mi hijo está aprendiendo a hacerse la cena. Y a poner la lavadora. La semana que entraron los nuevos personajes estuve un poco más relajada, porque ellos necesitaban más secuencias. Eso me ha dado un poco más de margen. Pero cuando estamos a tope… Mi marido es productor y mi hijo ha crecido en este ambiente, con lo que ya saben que no tienen más remedio que adaptarse.

-Es usted más tiempo Claudia que Luisa, ¿no?

-Ahora mismo, mucho más. Soy la inspectora jefa Claudia Miralles y que no se me mueva nadie.

-¿Eso le ha hecho quizá más autoritaria?

-Claudia es un pedazo de pan de mujer. Es muy buena persona y nada rígida, aunque sí que es muy estricta y mantiene la disciplina. Como soy yo.

-¿Hay mucho en común entre usted y su personaje?

-Ahora mismo hay mucha mezcla. Mi padre decía que las cosas bien hechas bien parecen. Y creo que Claudia Miralles es así. También es verdad que tenemos la suerte de contar con un equipo maravilloso, lleno de respeto, ayuda y compañerismo. Hay veces que se te va una frase y te la dice el señor de sonido. A mí me han dejado hacer el personaje un poco como yo he querido. Estaba muy marcado, pero me han dado flexibilidad. He creado un personaje a mi manera.

-¿Usted se ve como Imanol Arias en ‘Cuéntame…’ haciendo el mismo personaje en la misma serie durante 17 años?

-Sí. Soy muy constante. No tengo problema porque no soy como Neymar. Estoy hoy muy futbolera. Es que mi familia es del Barça y están un poquito incinerados con ese tema de Neymar. Yo soy muy constante en la vida: las parejas me duran, los zapatos y los jerséis me duran. Cuando estás bien en un sitio, no quieres cambiar. En mi caso es posible que también sea por la edad. No tengo esa ansiedad por hacer muchas series que puedes tener cuando eres joven. A todo lo que hago le doy mucho valor. Esto que estamos haciendo, y sigo con términos futboleros, es Champions. La gente cuando habla de las series diarias parece que las desprecian pero ahora mismo tenemos a una actriz nominada para los premios de la Unión de Actores. Y eso no es fácil para una serie diaria. La ficción diaria es como el teatro para niños. Y lo que es difícil es hacer una serie diaria con mucho menos presupuesto, mucha más presión y mucha más velocidad. Digo lo del teatro para niños porque como no les entretengas en 20 segundos te han montado un pollo que te mueres. A mí me tratan muy bien en TVE y en esta productora. Soy feliz con Claudia Miralles.