Se convirtieron en la pareja más querida del colegio Las Encinas en la primera temporada de Élite, la serie de Netflix que ha alcanzado el éxito internacional y se ha convertido en el referente de la ficción adolescente. Omar (Omar Ayuso) y Ander (Arón Piper) se ganaron un lugar en los corazones de los espectadores gracias a una historia de amor que desafiaba las diferencias culturales y los prejuicios homófobos.

-¿Eran conscientes de que su trama iba a generar tanta repercusión como ha tenido?

-Omar Ayuso: Yo sabía que podía gustar, porque soy un chico optimista, y a mí la historia me gustaba mucho, pero no me podía imaginar que iba a sobresalir por encima de las demás. Cuando se empezó a generar el fenómeno omander, flipé mucho. Es guay, porque al final hemos cumplido el objetivo: que los personajes lleguen a la gente y se emocionen con ellos.

-¿Qué particularidades creen que tiene la relación de sus personajes para que tanta gente se haya identificado con ella?

-O. A.: Casi todos los personajes de la serie funcionan a partir de movimientos estratégicos interesados y oscuros. En un entramado tan turbio, de repente esta relación es la única de amor verdadero que hay, la única pura. Así que constituye un poco de luz dentro de la historia.

-¿Creen que hay todavía muchos tabús por romper a la hora de plasmar la homosexualidad en la pantalla?

-Arón Piper: Yo creo que queda mucho y una de las cosas más importantes es que el eje de las tramas de los personajes homosexuales deje de centrarse precisamente en que son homosexuales. Que no sea su principal problemática. Cuando eso pase en todos los productos audiovisuales, se estará normalizando.

-O. A.: A nivel social continúa habiendo mucha homofobia. Este discurso de autocreernos que todo está bien, es una mentira cochina. Estamos mejor que antes, pero a nivel personal yo continúo estigmatizado, y eso es señal de que no está normalizada la homosexualidad. Tampoco la bisexualidad, la transexualidad…. Mientras haya alguien en el colectivo LGTBI que no pueda expresarse libremente, seguiremos siendo una sociedad homófoba.

-¿Cómo va a evolucionar su relación en esta segunda temporada de ‘Élite’?

-A. P.: En mi caso, mi personaje no se va a centrar solo en su relación con Omar, van a pasar muchas otras cosas que tienen que ver con el conflicto principal de la primera temporada, la muerte de Marina.

-O. A.: También como pareja nos vamos a enfrentar a un nuevo problema muy delicado de explicar, y que existe en las relaciones homosexuales, la plumofobia. Por qué una pareja deja de gustarte, dejas de sentirte atraído porque de repente empieza a soltarse y a disfrutar. Creo que aquellos que habían pensado que la nuestra era una relación perfecta, se van a llevar una sorpresa esta temporada.

-¿Os habéis sentido como una isla dentro de la serie?

-O. A.: Yo un poco, la verdad, porque ni siquiera voy al famoso instituto (risas). Pero es verdad que al menos en mi caso, estoy menos entrelazado con el resto de los personajes. En esta temporada eso va a cambiar, y cada vez serán más comunes las escenas corales. Omar en estos nuevos capítulos va a frecuentar otros entornos.

-A.P.: Quizá daba esa sensación porque cuando estábamos juntos, éramos solo él y yo.

-¿Qué habéis aprendido y qué os ha aportado ‘Élite’?

-O. A.: A mí me lo ha enseñado todo, desde aprender a interpretar, lo haga mejor o peor, a entender lo que es un rodaje. Todo.

-A. P.: Yo he aprendido muchísimo. Había trabajado antes, pero ahora empiezo a ser un adulto, a formarme como persona y todo esto ha influido mucho en la forma en la que estoy creciendo. H