Debi Mazar empezó a hacerse popular tras ser una asidua en los videoclips de Madonna. De ahí saltó al cine (Balas sobre Broadway, Batman forever, Girl 6, Cosas que nunca te dije, Be cool…) y a la televisión (Civil wars, Entourage…). Mazar (Nueva York, 1964) encarna a Ava Gardner en Arde Madrid (Movistar+). En el filme mudo Return to Babylon (2013) se puso en la piel de Gloria Swanson.

-¿Qué le pasó por la cabeza cuando le llamó Paco León para hacer de Ava Gardner?

-Soy amiga de Rossy de Palma, y estábamos en una fiesta en Nueva York cuando me habló por primera vez de Paco León y de su proyecto. Me dijo que estaban buscando a Ava Gardner y le conté una anécdota que me ocurrió con Frank Sinatra, que me dijo, hace ya muchos años, casi 30, que yo le recordaba a su Ava. Yo estaba al lado de Madonna y ni siquiera la miró a ella, la echó a un lado y se puso a hablar conmigo. Y de esa forma nos pusimos en contacto Paco y yo. Comencé a ver sus películas, Kiki, Carmina, y me pareció un director diferente y con cosas que contar. Tuvimos una conversación por Skype y me dijo que no quería hacer un biopic al uso. De alguna manera sentí que estaba predestinada a hacerlo. Además, me apetecía venir a España. También soy amiga de Pedro Almodóvar, y siempre he querido que hiciera una película en inglés, para ver si podía salir en ella [risas], pero al final el sueño se ha cumplido al revés, he sido yo la que ha venido a rodar a Madrid. Paco me ha cambiado la vida.

-León dijo antes de elegir a la actriz que no tenía por qué tener un parecido físico con Ava Gardner, pero sí tener el mismo espíritu. ¿Qué tiene en común con ella?

-Vida, sexualidad, pasión, aventura. A mí me encanta reír, bailar, beber, cocinar, entretener, moverme todo el rato. Ella nunca se detuvo, yo tampoco. Ella era alcohólica, yo no, en eso no nos parecemos [risas]. Yo tengo responsabilidades, hijos. Nuestras carreras como actrices tampoco es que se parezcan mucho, pero yo admiro todos los retos a los que se enfrentó.

-¿Qué cree que es lo que más le gustó a Ava Gardner de España?

-Creo que ella fue capaz de ser libre aquí. Era una actriz muy conocida en todas partes del mundo, pero quería escapar de Hollywood. Aquí podía irse a una corrida de toros, a bailar toda la noche, llevarse a casa a unos cantaores de flamenco. Las reglas de Hollywood la oprimían y la hacían infeliz. Venía de un matrimonio que se estaba desmoronando con Frank Sinatra y quería escapar. Y por eso se quedó tanto tiempo en España, más de 10 años. Tenía una casa preciosa. Era asidua a las Ventas, al Corral de la Morería, a Chicote, a pequeños restaurantes donde cenaba con Dominguín. Y yo de alguna forma he hecho el mismo recorrido, me he sumergido en su mundo, me he vestido con su ropa. Paco me ha convertido en Ava y también me ha hecho amar Madrid tanto como lo quiso ella. Ahora tengo tarjeta de residente y considero España como un nuevo hogar para mí.

-¿Qué fue lo que más le gustó del proyecto?

-Los guiones de Anna R. Costa. Tan precisos, llenos de detalles, muy elegantes. Es una gran escritora. Cada personaje, cada episodio tiene algo que lo diferencia. Ella hace una investigación profunda a la hora de contar cómo fue España, con sus luces y con sus sombras desde el respeto, pero también con un toque muy moderno y un punto iconoclasta. Creo que es más que una simple serie de televisión. Creo que es una inmersión dentro de la época desde un punto de vista único. Y te lo crees, porque han logrado capturar la idiosincrasia del momento.

-¿Cree que triunfaría esta serie fuera de España?

-Creo que sería un gran éxito. Porque es histórica, tiene humor, utiliza espléndidamente la música, tiene unos títulos de crédito que ya enganchan con solo verlos. La figura de Ava Gardner puede ser, sin duda, un incentivo para generar curiosidad, pero no se queda únicamente en eso. Creo que el público, tanto de aquí como de fuera, sabrá apreciar la originalidad con la que retrata la época. Además, creo que en estos momentos EEUU no es un lugar feliz, y necesita estímulos que le devuelvan la alegría. La serie funciona como un tiro, si se empieza a verla, no se puede parar: genera adicción.